No es secreto que Thalía ha saboreado la miel del amor y del éxito de igual manera en que ha vivido momentos de gran dolor. La superestrella mexicana creció bajo la luz de los reflectores y la prensa se ha encargado de documentar todo y más sobre su vida.
Lo que el público quizás no conozca es qué pasaba por la mente de Thalía a los 6 años, cuando el deceso de su padre le causó un shock tan grande que la niña no emitió sonido por un año. O qué sentimientos de culpa albergó tras el secuestro de sus hermanas en el 2002 y cómo los ha manejado. O cómo su actual esposo Tommy Mottola, a la antigua y a distancia, conquistó su corazón.
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En su nuevo libro Cada día más fuerte, la cantante y actriz mexicana revela sus luchas más personales al tiempo que reflexiona sobre lo que considera sus más grandes bendiciones: Mottola y sus hijos, Sabrina y Matthew.
“Es un libro muy íntimo, donde me expongo al mil, donde no hay una máscara, donde no hay un rinconcito que quede guardado”, dijo Thalía el miércoles en una entrevista.
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Con su largo cabello suelto, maquillaje minimalista y sin ningún tipo de accesorios, la estrella habló con entusiasmo sobre este y otros capítulos de su vida, intercalando risas y por momentos conteniendo lágrimas al recordar a su madre, Yolanda Miranda, quien falleció el pasado mayo apenas un mes antes del nacimiento de su hijo.
En el libro aborda temas felices y tristes, y confiesa que escribirlo fue un proceso muy íntimo, muy psicológico, pero al mismo tiempo liberador. “Fue como limpiar el clóset, como limpiar la casa, como tirar paredes, abrir espacios nuevos”, dice.
Thalía estaba embarazada cuando escribió su obra, y dice que ese es un punto positivo: “Cuando uno está gestando se siente lleno de alegría, de fantasía, de historias. Fue el momento específico para hacer el libro”.
Confiesa que su madre sí alcanzó a leer el manuscrito de la obra antes de morir. “El libro ya estaba terminado y mi mamá vino a visitarme una semana antes de morir, fue muy emotivo, porque me ayudó a editarlo, y al hacerlo recordamos anécdotas, ella es una parte muy importante de la obra”, explica.
La cantante relata al inicio del ejemplar un “encuentro” con La Llorona, a quien incluso le agradeces el haberte hecho una mujer valiente. Al respecto, señala: “Realmente en nuestra cultura, entre latinos, conocemos exactamente quién es La Llorona (risas), y en nuestra casa sí existió un personaje así”, dice.
Señala que la vivienda en la que habitaba de pequeña estaba construida sobre un cementerio, y describe que “se sentían energías extrañas sobrenaturales”. “Eso a una niña pequeña la hace defenderse de lo invisible, de lo que no se toca, de lo que está ahí, pero lo que quiero decir en realidad en ese capítulo es que ¡hay que enfrentar nuestros fantasmas de cara, y se disipan!