EFE
BOGOTÁ.- Una impresionante multitud acompañó ayer en su funeral al compositor y cantante colombiano Álvaro José Arroyo, más conocido como Joe Arroyo, en su amada Barranquilla, la ciudad del norte del país en la que falleció el martes.
Miles de personas acompañaron el féretro del popular artista fallecido a sus 56 años, en un recorrido de varias horas por la ciudad desde la Catedral y hasta el cementerio Jardines de la Eternidad.
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Músicos, colegas suyos, actores, periodistas, familiares y miles de personas que llegaron desde distintos lugares de la geografía colombiana e incluso desde el exterior dieron su adiós al creador del 'Joeson', su propio ritmo.
El también llamado Centurión de la noche y autor de Tania, Rebelión y El preso, entre decenas de éxitos, falleció el martes víctima de una neumonía, una crisis cardiaca, una insuficiencia renal, entre otras complicaciones. Al siguiente día, el artista también fue homenajeado en una cámara ardiente en la sede de la Sociedad de Autores y Compositores (Sayco) y ante su ataúd desfilaron miles de personas que le admiraban y bailaron sus populares composiciones.
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El ataúd fue llevado ayer sobre un camión del Cuerpo de Bomberos en un lento recorrido por las calles de Barranquilla, en un funeral en el que no paró de escucharse su música. Varios de sus más reconocidos amigos, también artistas, como Fruko (Julio Ernesto Estrada), El Checo Acosta, Wilson Manyoma, Juan Carlos Coronel y Juan Piña, entre otros, no se despegaron del vehículo que llevaba los restos mortales de Joe y al unísono, con miles de gargantas, tararearon muchas de sus temas.
Asimismo, mientras con dificultad avanzaba el cortejo, decenas de rostros de entre la muchedumbre, acongojados, no ocultaban el llanto.
Delegados del Ministerio de Cultura de Colombia entregaron un Decreto de Honores, en el que se honra la memoria de Joe, quien deja un gran legado musical. La eucaristía de cuerpo presente se celebró en el atrio de la Catedral Metropolitana, presidida por el arzobispo Jairo Jaramillo.
Tras concluir el oficio religioso, se inició el desfile fúnebre por la ciudad, acompañado, además, por decenas de policías y otras unidades de distintas fuerzas, y que concluyó entrada la noche en el camposanto. En la llamada Plaza de la Paz, frente a la Catedral, miles de personas asistieron a la misa, encabezados por su esposa, Jackelín Ramón y varios de sus hijos.
Arroyo, que se inició desde niño como artista en su natal Cartagena, fue cantante de salsa y otros ritmos festivos en agrupaciones bailables como The Latin Brothers, Fruko y sus Tesos y La Verdad, orquesta fundada por él en el año 1981.