María Soledad Iturralde Dillon presentó ayer una denuncia en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas por el supuesto intento de asesinato que sufrió cuando dos sujetos, a bordo de una moto, la apuntaron con un arma de fuego a ella y a su hija, de 6 años, y le robaron la cartera y un celular.

El hecho se produjo a las 08:00 del lunes en la calle Primera, entre las avenidas Octava y Novena, de la ciudadela Los Ceibos, norte de Guayaquil.

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Según la denuncia, los supuestos delincuentes abordaron a Iturralde y su hija cuando esperaban afuera de su casa a Gastón Alarcón Obando, esposo y padre, respectivamente, quien estaba retirando su automotor de un garaje cercano.

“Procedió el acompañante del que manejaba la moto y que iba atrás de manera sorpresiva apuntándome con el arma de fuego en la cabeza...”, detalla en su denuncia Iturralde.

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Relató que al tratar de evitar el robo, el sujeto la amenazó con llevarse a su hija, a quien tomó del brazo. “Ante esta actitud violenta boté el celular y la cartera al piso... mi hija cayó al piso, me lancé sobre ella para cubrirla con mi cuerpo porque los delincuentes nos gritaban que nos iban a matar...”.

Iturralde contó que el conductor de la motocicleta Suzuki azul, identificado como Rolando Xavier Baño Macías, trató de cerrarle el paso al vehículo Ford Explorer blanco, de placa OCN-354, que conducía su esposo, cuando este se percató de que estaban siendo agredidas. “Se atravesó intencionalmente para darle oportunidad al segundo delincuente que pueda atacarlo con el arma de fuego a mi esposo...”.

Producto del impacto Baño murió, mientras que Alarcón, según su esposa, quedó inconsciente y fue llevado con la ayuda de vecinos hasta la clínica Sotomayor, donde le diagnosticaron fracturas en las costillas.

Según el abogado de Iturralde, Héctor Vizueta, la decisión de Alarcón no tenía la finalidad de causar la muerte de Baño.

Pero el fiscal de Tránsito que investiga el accidente, Efrén Cueva Vega, dijo que serán las investigaciones las que determinarán “si hubo voluntad de ocasionar el daño (muerte de Baño) o fue un caso fortuito”.

Cueva explicó que de comprobarse intencionalidad por parte de Alarcón, este podría enfrentar un proceso penal por el delito de asesinato, sancionado con 16 a 25 años de reclusión mayor extraordinaria, según el art. 450 del Código Penal.

No obstante, según Cueva, quien al momento de la entrevista hecha por este Diario no conocía de la denuncia presentada por Iturralde, las breves versiones recogidas en el parte elaborado por la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) harían presumir que el fallecimiento de Baño fue producto del accidente vehicular.

En este caso, indicó el fiscal, Gastón Alarcón estaría inmerso en un delito tipificado en el artículo 127 de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre y Seguridad Vial, que señala: será sancionado con prisión de tres a cinco años, suspensión de la licencia de conducir por el igual tiempo y multa de 20 remuneraciones básicas unificadas quien ocasione un accidente de tránsito del que resulte la muerte de una o más personas...”.

Mientras que si se determina que Alarcón actuó en defensa propia podría quedar exento de responsabilidad en la muerte de Baño, según el artículo 19 del Código Penal, que señala: No comete infracción de ninguna clase el que obra en defensa necesaria de su persona (...), explicó el fiscal.

Desde clandestinidad
En declaraciones al noticiero Televistazo, de Ecuavisa, Alarcón dijo ayer que “yo lo que hice fue acelerar para llegar a defender a mi familia... El que estaba amedrentando a mi familia saltó de la moto y corrió; y el otro fulano aceleró y se me cruzó con la idea de que yo pare y así seguirme robando. Desgraciadamente por la velocidad no pude frenar y me lo llevé (...).

“Justicia a mano propia hubiera sido premeditar una manera de venganza... Yo no recomiendo que esto suceda normalmente. Es una desgracia que debe ser solucionada bajo los procesos legales que seguirá el camino bajo el tema de la legítima defensa”, indicó Alarcón desde la clandestinidad.