Tres generaciones de seguidores se dieron cita en el coliseo Rumiñahui anoche.
Desde adolescentes hasta abuelos compartieron su gusto por
el rock duro, cuando los 5 integrantes de la banda de Ozzy Osbourne deleitaron al público con una alta dosis de rock por una hora con cuarenta minutos en un coliseo totalmente lleno. Definitivamente fue una velada para cosechar adeptos al rock.
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Entre el público se repetía eufóricamente el coro !Ozzy!. Las luces se apagaron y un fondo musical ambientó la entrada del músico británico, quien supo demostrar que los años no han tenido efecto en él.
Durante los primeros temas del concierto, Ozzy, de 62 años, se cobijó con una bandera del Ecuador. La agrupación interpretó canciones de Black Sabbath como Fairies Wear Boots, War Pigs, Rat Salad, Iron Man, y Paranoid.
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Gus G. impresionó con un extenso solo de guitarra, también lo hizo el batería Tommy Clufetos. Durante el concierto, el cantante lanzó espuma al público desde una manguera, y al mismo tiempo una enorme silueta del baterista se dibujaba en el fondo del coliseo.
La noche también recibió temas clásicos como Mr. Crowley y Crazy Train. En ese momento, Ozzy arrojó baldes de agua a la audiencia.
Al finalizar el concierto a las 23:00, el británico se puso de rodillas e hizo reverencia a la audiencia y dijo, “ustedes son gente muy especial, los amo a todos ustedes; volveré a Ecuador”.
Anima Inside
Como preámbulo de la noche de rock, por casi 30 minutos tocó la banda quiteña Anima Inside, que tuvo un momento cumbre, con la presencia de un integrante invitado de la banda brasileña Shaman al tocar el cover de For whom the bell tolls, de Metallica.