AFP
SAN JOSÉ.- Un roble (Quercus bumelioides) de más de 40 metros de altura y un tronco de 11 metros de circunferencia se convirtió este viernes en el árbol excepcional de Costa Rica, informó INBio, la institución que otorga el premio.

Localizado en la localidad de San Gerardo de Dota, a unos 80 km al sureste de San José, el premio "reconoce no solo las características físicas del árbol, sino también su importancia ecológica", dijo el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).

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Para seleccionar al mejor roble de los 36 candidatos presentados por particulares e instituciones, el jurado tuvo en cuenta factores como la altura, amplitud de copa, circunferencia del tronco, valor histórico, estético, importancia ecológica y compromiso de conservación.

Los robles de la cordillera de Talamanca sufrieron graves daños hace algunas décadas, ya que su madera era muy preciada para la fabricación de toneles para añejar el vino, lo que hizo que las propias comunidades propiciaran la creación de áreas protegidas como la Reserva Forestal Los Santos y el Parque Nacional Los Quetzales.

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Desde que se instauró este peculiar galardón hace siete años, el INBio premia a una especie determinada de árboles. Este año le tocaba a los robles de los que hay nueve especies nativas en Costa Rica, en particular en las zonas situadas a más de 2.000 metros de altitud.

El próximo año el galardón será para un Cenizaro (Samanea saman), para lo que a partir de la próxima semana se abrirá el plazo para la presentación de candidaturas.