Las patas cortas y gruesas de los perros salchicha, corgi, basset y otras 16 razas derivan de la mutación de un único gen producido en la temprana evolución de los perros domésticos, afirma un estudio publicado este jueves, que no descarta que el hallazgo pueda ser útil para estudiar el enanismo humano.
La mutación genética que produce miembros desproporcionadamente cortos es distinta que la característica que hace tan pequeñas a razas como la Chihuahua o Shih Tzu y, se cree, ocurrió luego de que el ancestro de los perros modernos se distinguió de los lobos.
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Científicos estadounidenses y británicos descubrieron esta definición genética examinando el ADN de 835 perros, 95 de ellos característicos por sus patas cortas. Encontraron que los canes de patas cortas tienen un ejemplar adicional del gen que codifica una proteína del crecimiento. Este carece de ciertos componentes que integran el ADN, llamados itrones y presentes en los genes normales.
Este retrogene causa una sobreproducción de la proteína del crecimiento, que los investigadores creen puede llegar a los receptores de crecimiento en el momento equivocado durante el desarrollo fetal.
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“Las investigaciones sugieren que los retrogenes pueden jugar un papel en la evolución mayor del que se creía, en especial como fuente de diversidad en las especies”, dijo una de las autoras del estudio, Heidi Parker, del National Human Genome Research Institute.
Estudios anteriores hallaron que las patas cortas de ciertas razas se deben a la calcificación de las placas de crecimiento, fenómeno conocido como enanismo desproporcionado.