“Los médicos no tratan pacientes, sino las enfermedades. Los pacientes son un obstáculo: mienten siempre y nos hacen más difícil nuestro trabajo”. Esa es la premisa del polémico Dr. Gregory House, un tipo de aspecto descuidado, con barba de tres días, camisa arrugada, que rompe con cualquier imagen políticamente correcta de los médicos y que se ha transformado en uno de los personajes más vistos en Estados Unidos y el mundo.