AP
WASHINGTON.- Los momentos cruciales del escándalo Watergate, que provocó la caída del presidente Richard Nixon, salieron a la luz este martes en una nueva colección de documentos y grabaciones de la época.
En materiales dados a conocer por la Biblioteca Presidencial Nixon, colaboradores del presidente tratan de salir al cruce de una crisis constitucional y salvar la presidencia después que Nixon despidió al fiscal especial a cargo del caso Watergate y obligó a los dos funcionarios más altos del Departamento de Justicia a renunciar en octubre de 1973.
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La crisis ha pasado a la historia como la Masacre del Sábado por la Noche.
Un memorando del asesor Kenneth Cole esboza una estrategia de juego para sobrevivir. La idea era convencer al Congreso que el fiscal Archibald Cox quería provocar una crisis interminable de los poderes institucionales y por ello debía ser despedido. La estrategia fracasó.
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Cox quiere mantener esta crisis interminable de los poderes institucionales, escribió Cole el 21 de octubre de 1973, trazando un plan para que los partidarios de Nixon se defiendan.
Cox impuso un plazo en momentos en que no necesitamos un cuarto poder diciéndole al presidente que se vaya al demonio, añadió.
Cole delineó una estrategia para que el presidente, del Partido Republicano, pueda ganarse el apoyo de los demócratas del sur de tendencia conservadora y para que legisladores republicanos traten de evitar una impugnación de Nixon en el Congreso.
Había que decir, escribió, que Cox le había puesto un revólver a la cabeza del presidente, que lo estaba tratando de extorsionar.
También había que arguir que las investigaciones eventualmente exonerarían a Nixon y que había que esperar hasta que salga el producto, todo saldrá a su debido tiempo.
El secretario de Justicia Elliot Richardson, quien se negó a obedecer la orden del presidente de destituir al fiscal investigador duda si podrá ser el ejecutor de Cox, escribió Cole.
El escándalo Watergate comenzó en 1972 cuando cinco hombres fueron detenidos al ingresar clandestinamente en las oficinas del Partido Demócrata en el edificio Watergate de Washington. Como resultado del escándalo, Nixon se vio obligado a renunciar en 1974.
Varios colaboradores de Nixon fueron a la cárcel por su participación en el escándalo, pero Nixon mismo recibió un indulto de su sucesor, Gerald Ford.