Xi’an, capital  de la provincia de Shaanxi, al noroeste de China, está a dos horas en avión desde Shanghái y a 40 minutos en carro del centro de exposiciones más impresionante del gigante asiático. El Museo del Ejército de Terracota del Primer Emperador Qin, que exhibe más de 7.000 figuras antiguas de guerreros y caballos hechos de cerámica cocida al horno. La guayaquileña María Eugenia Delgado de Mendoza, decana de la Facultad de Artes Liberales y Ciencias de la Educación de la Universidad Espíritu Santo, señala como una experiencia “única y maravillosa” haber conocido en septiembre esas estatuas descubiertas en marzo de 1974 por tres agricultores que excavaban un pozo de agua, a un kilómetro y medio al este de la  tumba del primer emperador de la dinastía Qin.“En este lugar rodeado de jardines y árboles hay tres cámaras o hangares: en la primera, que es la más grande e impresionante, se puede apreciar a los guerreros en formación de combate, su estatura varía entre 1,80 y 1,95 metros”, indica sobre esas figuras, cuyos uniformes varían según  el rango, y “muchos de ellos tienen su mano derecha  en forma cóncava, ya que portaban sus armas de combate”.  La cámara dos es más pequeña, pues es el lugar de restauración de los guerreros y los caballos, que aún están sin cabezas o brazos, mientras que en la número tres yacen ciertas tumbas que aún no han sido excavadas.  Este hallazgo es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, por lo que conocerlo representa una vivencia enriquecedora relacionada a la rica historia de China, finaliza.