El monumento del Sagrado Corazón de Jesús, que mide 15 m de altura y tiene una base de hormigón, forrada con láminas de acero y una caída de agua desde las partes laterales hacia una pileta posterior, fue inaugurado la semana pasada en el cantón Quinindé.
Al acto asistió el obispo de Esmeraldas, monseñor Eugenio Arellano Fernández.
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El evento coincidió con la inauguración de otras obras, entre ellas la regeneración de la avenida 5 de Agosto, una de las principales de Quinindé y el redondel de circunvalación ubicado a la altura de la estación de combustible Patricia.
También se inauguró el asfaltado de calles en los barrios El Paraíso y Patria Nueva, además de una biblioteca virtual.