Seis años de residir y trabajar en Guayaquil han convertido al productor musical Daniel Sais como un “turista cuando regreso a casa”, indica sobre sus emociones cuando visita a sus padres en Buenos Aires, capital de Argentina, en donde nació y vivió los otros 40 años de su vida. Sais, también conocido por haber sido tecladista invitado del trío argentino Soda Stéreo desde 1987 hasta 1990, redescubre anualmente los rincones de su ciudad natal con nuevos ojos, sin  embargo, sus emociones se alborotan aún más cuando cruza el Río de la Plata en ferry o barco (una o dos horas de navegación, según la embarcación) para adentrarse en la ancestral ciudad Colonia del Sacramento, en el vecino Uruguay. “Es un destino muy popular entre los argentinos debido a su cercanía y atractivos, como sus edificios de arquitectura colonial (de allí su nombre) dentro de su centro histórico”, señala sobre esa área declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1995, y que tiene su mayor imán de caminantes locales y extranjeros en la denominada Calle de los Suspiros, una pintoresca peatonal angosta, desnivelada, sin veredas y pavimentada con piedras que, según se conoce, siglos atrás era transitada por los marinos españoles o portugueses en busca de diversión. Otra zona importante es el “fuerte”, tal como Sais y los locales denominan a Real de San Carlos, ubicada en las afueras de Colonia, desde donde las tropas españolas construyeron en 1761 una especie de instalación militar en contra de los portugueses, y que hoy posee una pequeña capilla dedicada a San Benito de Palermo, el primer santo negro de la Iglesia Católica, y en los alrededores alberga una zona residencial para los turistas que llegan atraídos por las playas tranquilas sobre el Río de la Plata.Sin embargo, el sitio favorito de Sais es el puerto de yates. “Mi familia es de espíritu náutico. Desde pequeño recuerdo haber navegado con mis padres en su yate. A ellos les encanta el mar”, expresa  el músico argentino sobre este destino colonial y puerto fluvial donde se anidan sus más queridos recuerdos de la infancia.