INFORME. Un perfil de ex rehén. Antes de su secuestro, Íngrid Betancourt actuó ocho años en la política y fue dura crítica contra la corrupción. Combatió al ex presidente colombiano Ernesto Samper. Siempre habla de paz, y ahora, tras seis años como rehén de las FARC, remece el escenario político de su país. Hoy tiene fama mundial.
Dos horas antes de que un grupo de guerrilleros de la columna Teófilo Forero, de las FARC, la secuestrara el 23 de febrero del 2002, Íngrid Betancourt tenía la misma sonrisa, optimista y tierna, que se dibujaba en su rostro la tarde del miércoles pasado, luego de que fuera rescatada de sus captores por miembros de las Fuerzas Militares de Colombia.