El eje cafetalero colombiano cuenta desde octubre con un resort campesino que conjuga la cultura agropecuaria local con el servicio “todo incluido” de la cadena Decameron. Lo confieso: no me gusta el café. Se lo comento a Alejandra Ruiz, una guapa armenia que diariamente bebe como siete tazas de “tinticos” en su apretada pero cómoda oficina como gerente general de la operadora Decameron Explorer, en el Decameron Panaca Hotel, Centro de Convenciones, Spa y Parque. Pero no es necesario ser un bebedor de tintos para disfrutar del Eje Cafetero colombiano, especialmente si uno se hospeda en este resort y su anexo Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), en el área rural de Quimbaya, departamento del Quindío. El quizás único requisito sea compartir la filosofía de este hotel. “Nuestro objetivo es hacer que la comunidad vuelva la mirada al campo, porque sin campo no hay ciudad”, explica Alejandra sobre este establecimiento que recibió sus primeros turistas en el 2000, siendo un pequeño hospedaje con 29 cuartos. Pero desde que la multinacional hotelera Decameron adquirió parte de las acciones su capacidad llega a 126 habitaciones gracias a la ampliación de nuevos edificios. Días intensos¡Establos con caballos junto a la recepción del hotel! Es una agradable bienvenida para el viajero que llega con posibilidades inmensas de retozar junto a la piscina, aplicarse uno, dos o tres tratamientos en el spa, pasear a caballo en medio de bosques sembrados de naranjos, ordeñar vacas apacibles en miniestablos o alimentar a pequeñas corderitas con mamaderas. El Decameron Panaca brinda un ambiente especialmente agradable para las familias con niños, debido a lo entusiasmados que se ve a los pequeños con las actividades que pueden compartir con los animales. Aunque también resulta un refugio cálido, romántico e íntimo para las parejas que fácilmente logran encontrar espacios para relajarse, gozar y seguirse enamorando con ternura. El turista puede disfrutar su estadía sin salir de esta moderna infraestructura; sin embargo, el resort  brinda el ingreso a dos parques temáticos que requieren un día de visita cada uno. El primero es el Parque Nacional del Café, que brinda el profundo encanto de la cultura cafetera local, combinada con la diversión, el vértigo y la adrenalina de una veintena de atracciones mecánicas y culturales, entre ellas montaña rusa, carros chocones y karts. Este parque, ubicado a 20 minutos del Decameron, posee un sendero de tres kilómetros y medio que permite a los visitantes aprender sobre los procesos del café y conocer réplicas de las tumbas de la cultura precolombina Quimbaya, una torre mirador y un teleférico. Además cuenta con una pequeña ciudad que reproduce el ambiente de las poblaciones rurales. El segundo recinto temático es el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), emplazado junto al resort Decameron. Este amplio complejo está compuesto por estaciones clasificadas según el tipo de animales que exhibe, como ganado vacuno, caballos, perros, chanchos y aves de corral. El visitante no debe perderse los espectáculos con perros amaestrados y, el principal, el realizado por caballos montados por expertos jinetes que realizan una gran cantidad de acrobacias. El show de los equinos concluye con una emotiva evocación sobre el gran valor turístico y, sobre todo, humano que presenta el hermano país de Colombia, un destino cercano que brinda diversión y cultura local. Y claro -para quienes gusten del café-, la posibilidad de probar una o varias tazas de esa tradicional bebida con fama internacional.Informes: (09) 982-3096, (04) 232-5594,  ext. 162, a.duda@decameron.com, o en agencias de viajes del país.