Especialistas consultados detallan las causas en las que es conveniente evitar el sufrimiento del animal.
Suquita era la mayor alegría de la familia Castro Murillo, hasta que el animal de raza pastor alemán comenzó a padecer de convulsiones y fuertes dolores que le impedían caminar.
Luego de una evaluación rigurosa, su veterinario le diagnosticó cáncer avanzado en el útero y en los ganglios. La quimioterapia y los medicamentos que recibía no daban resultado, fue entonces que la familia optó por dormir para siempre al animal, para así evitarle más padecimiento.
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En casos como este, la mejor salida para evitar que la mascota y sus propietarios sufran es la eutanasia, que solo debe aplicarse en casos críticos, donde se comprueba previamente que el animal no tendrá cura, indican los especialistas consultados.
El veterinario Ángel Cabrera, del centro Pet Wash, insiste en que los dueños solo deberían tomar esta decisión cuando los tratamientos no hacen efecto. Según su registro (de entre 5 a 6 casos por mes), la mayoría de pacientes a los que se les aplica la eutanasia son animales con cáncer terminal y metástasis (cuando el mal se ha propagado por todo el cuerpo).
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“Primero se hacen exámenes, ecos, radiografías y quimioterapia, antes de aplicar el sedante”, expresa Cabrera. También en casos de epidemias contagiosas y sin cura.
Los métodos para hacerlo son varios, pero según Cabrera el menos doloroso es aplicar una sustancia intravenosa en dosis elevadas. “Este medicamento corre por las venas y hace que el corazón deje de latir en un tiempo rápido, de entre uno y tres minutos”, señala.
La veterinaria Briza Cubillos coincide en que la eutanasia no debería realizarse sin una opinión profesional y advierte que hay personas que administran otros productos letales, cuyos efectos son dolorosos y crueles. “Por ejemplo, los envenenan con raticidas, que causan una muerte lenta, que puede durar algunos días de agonía”, dice.
Cubillos relata que la inyección eutanásica se la administra de acuerdo al peso y talla del animal.
Para el veterinario Frank Vásconez, la eutanasia es condenable cuando los dueños solo se quieren deshacer de sus mascotas “porque se cansaron de darles de comer y cuidarlas”.
Vásconez recomienda a la familia de la mascota, más aún cuando hay niños, dedicarle un tiempo exclusivo antes de dormirlo eternamente. “Es bueno que los propietarios lo acaricien, jueguen, le den de comer y hasta lo lleven a pasear, en agradecimiento por todas las alegrías que les ha dado”, señala el profesional.
Agrega que es óptimo que se les destine un espacio para enterrar, sobre todo si han vivido por años en el hogar. “Hay personas irresponsables que las matan por su cuenta, de maneras dolorosas y las dejan botadas como si nunca las hubiesen conocido”, afirma.
El psicólogo Johnny Mero sugiere a los padres conversar con los niños para que no se depriman cuando el animal muere. “Hay que enseñarles, desde que llega a la casa, que en algún momento nos va a dejar”, dice.
Instituciones como Fundación Amigos de los Animales (FAGA) también están de acuerdo con la eutanasia, pero como último recurso.
María Teresa Arosemena, presidenta de FAGA, afirma que la decisión se toma tras el informe del veterinario.
“Luchamos hasta el final para salvarles la vida, pero cuando el animal está desahuciado y sufriendo, preferimos liberarlo de dicho dolor para darles calidad de vida”, explica Arosemena.
Calidad de vida
Los especialistas señalan que es importante ser responsables con las mascotas. Las familias que las adoptan deben tener en cuenta que hay que pasearlas, darles de comer, jugar y llevarles controles médicos.
Mala aplicación
Cuando no se inyecta el líquido en la vena, este quema la piel del animal, produciéndole llagas severas.
Las mascotas de los famosas.
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