La película trata los  temas de la migración y   la deportación. Se desarrolla en un aeropuerto.

El pasado miércoles se abrió una oficina en Guayaquil, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar (antiguo aeropuerto). Esa es la sede, el lugar de encuentro y de  reuniones. Allí se cocina  una nueva película ecuatoriana, que se suma a la lista de producciones nacionales que hacen pensar en un buen momento para el cine del país. Y significa, asimismo,  el despegue de la producción cinematográfica   en Guayaquil, ya que hasta ahora la mayoría de los proyectos de cine han sido desarrollados en  Quito.

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Se trata de    Prometeo deportado,   filme escrito y dirigido por el cineasta guayaquileño  Fernando Mieles, que   empezará a rodarse, según se tiene planificado, el próximo 20 de abril. Su estreno está previsto  para los primeros meses del 2009. Ahora  se encuentra  en la etapa de preproducción.

Tres mujeres apoyan con su trabajo para que  Prometeo deportado,  una película  que habla  de la migración y de la deportación y cuyo guión ha ganado  reconocimientos, como el del Festival de Cine Pobre, de Cuba,   o el   Augusto San Miguel, del Ministerio de Educación ecuatoriano, se materialice. Son Oderay Game,     productora; Bárbara Enríquez,    directora de arte, y Lisandra Rivera,   jefa de producción.

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Las tres   señalan  que fue la  historia que se cuenta lo que las motivó a colaborar en  Prometeo deportado,  un filme que   muestra un tema tan local y a la vez tan   latinoamericano como  universal:  la migración.
Game dice que fue Jaime Osorio, productor de las películas   colombianas María llena eres de gracia y La Virgen de los sicarios, quien leyó el guión de Mieles y le dijo que era un ‘guionzazo’ que tenía que hacerse  y que  ojalá lo hiciera ella, que tenía experiencia en producción. 

Game leyó el guión y comenta  que se enganchó. “Hablé con Fernando. Hubo empatía y  buena onda, así que tomé la decisión de entrar”, resume.  De eso hace año y medio. O quizá dos.  Desde entonces está tocando puertas. Buscando  presupuesto. Y lo  ha conseguido.

Sin embargo,     no da cifras porque   no está cerrado todavía, señala.   Hay aportes como el que este guión recibió del Consejo Nacional de Cinematografía ecuatoriano. O auspicios que la productora cita: de la Alcaldía de Guayaquil, de la Prefectura,  TC Televisión, y otras entidades.

Enríquez la califica como una película más de actores que de locaciones. Dice que no se verán paisajes ni tomas exteriores.
Transcurre en un gran aeropuerto, que puede ser cualquiera de la comunidad europea. A una sala de este inmenso  aeropuerto van llegando poco a poco  ecuatorianos  que por una u  otra  razón  decidieron viajar, pero los detuvieron en el camino. No los dejaron pasar, “porque ahora todos los ecuatorianos somos sospechosos”, señala  Game.   Y  en este espacio sin tiempo  “ocurre el país, ocurren las preguntas”, dice la productora.  Hay diversos personajes. No destaca    un solo  protagonista, pero Prometeo es como el símbolo del encadenamiento, explica.

Según Rivera, se trata de una puesta en escena compleja. A ella le tocará encargarse de  la logística, pero está preparada. Sabe su oficio.  Se inició con  Ratas,  de Sebastián Cordero. Luego,  con Manolo Sarmiento, produjo el documental  Problemas personales,  y ha colaborado en casi todos los filmes que se han rodado en el país. “Nos hemos ido haciendo con el trabajo.  Aquí no hay una industria y por eso nos hemos ido haciendo todos juntos”,  cuenta.

Cuando trabajó en Crónicas,  el segundo filme de Cordero, conoció a la mexicana Bárbara Enríquez, quien colaboró como decoradora de esta película y que tiene una experiencia de once años en el cine de su país.    Rivera contactó ahora a Enríquez para Prometeo deportado. La mexicana llegó   esta semana y permanecerá durante toda la etapa de preproducción y de rodaje.  Indica    que en Guayaquil se siente como en casa, porque tiene muchos amigos. Es historiadora de arte. “En teoría parecería que no tiene nada que ver con el cine, pero en realidad tiene mucho que ver”, afirma.

Game indica que serán seis semanas intensas de rodaje. Luego vendrá la etapa de posproducción  y, finalmente,  el estreno en el 2009, que será   en Ecuador y en  lugares donde la migración ecuatoriana es fuerte: España, Estados Unidos, etcétera. 

Enríquez está haciendo diseños de set, escogiendo tonos, colores. “Para mí es un reto construir la locación, hacer espacios desde cero. Tengo que hacer un aeropuerto primermundista”, dice. Para el rodaje se adecuará un local del Centro de Convenciones de Guayaquil   y  un galpón de la Feria de Durán.

La relación del director de arte con el director de la cinta  debe ser muy cercana, anota  Enríquez. “Todo lo que no es gente es mi  responsabilidad”, afirma. “Eso significa soñar juntos un espacio y yo darle cara a ese espacio”, añade. Game dice que  este es un filme que vale la pena ver, “porque    en Ecuador los que nos hemos quedado, estamos haciendo una película sobre quienes decidieron migrar”.

Opiniones

ODERAY GAME
PRODUCTORA
“Se rodará en Guayaquil porque Fernando es guayaquileño y él lo quiso,   y  por el apoyo que ha habido”.

LISANDRA RIVERA
JEFA DE PRODUCCIÓN

“Prometeo deportado será una puesta en escena complicada y a nivel logístico una cosa compleja”.

BÁRBARA ENRÍQUEZ
DIRECTORA DE ARTE
“Será un reto construir la locación. Mi trabajo  es hacer que lo que soñó el director se convierta en realidad”.