Por ejemplo, la palabra evacuar, para un miembro de la Defensa Civil significará desalojar a los habitantes de un sector para evitarles daños; para un abogado, es cumplir un trámite; para un médico, es sacar o dejar salir los excrementos y líquidos anormales o patológicos del cuerpo humano; para un militar, es abandonar una plaza.
Pelucona es en realidad una onza de oro, y “especialmente cualquiera de las acuñadas con el busto de uno de los reyes de la Casa de Borbón hasta Carlos IV”. El masculino pelucón, en Chile se aplicaba a un partido político conservador. En Ecuador es para el Presidente y las esferas oficiales un peyorativo que se aplica a algunos ricos, rubios, rosaditos que viven en Samborondón; para la población en general se ha convertido en una palabra que se toma con humor y que hace que unos se califiquen a sí mismos de pelucones, otros digan que no lo son ciento por ciento y algunos confiesen abiertamente que quieren serlo.
Es interesante, además, señalar que se deriva de peluca, que quiere decir cabellera postiza, también se aplica a la persona que la usa, pero, también, significa según el diccionario “represión acre y severa dada a un inferior”.
Lo que antecede no son solo divagaciones en el feriado de carnaval, en realidad, es el preámbulo para plantear la necesidad de que en el país discutamos lo que entendemos por algunos términos, por ejemplo, ¿cuando decimos autonomía o descentralización estamos todos entendiendo lo mismo? Creo que es urgente que aclaremos estas y otras palabras, que sin lugar a dudas aparecerán, o mejor, deberían aparecer, en la nueva Constitución, pues así evitaríamos disgustos y malentendidos y, sobre todo, podríamos discutir y argumentar entendiéndonos.
Esto es tanto más importante cuando se repite que estamos en Revolución Ciudadana, porque la ciudadanía supone la existencia y vivencia de personas libres, informadas, críticas, con capacidad de expresar su pensamiento y defender el derecho a hacerlo.
Si somos los ciudadanos quienes vamos a aprobar o no un nuevo texto constitucional, tanto que según nos han dicho ya ha comenzado la campaña por el Sí y aunque no lo han expresado, probablemente, también ha comenzado la campaña por el No, debemos exigir definiciones.
Si no es así, si no tenemos los términos claros, los elementos para conocer, pensar, opinar, decidir, podría pasarnos que como en el caso de la palabra evacuación confundiéramos un significado con otro, por ejemplo, el legal con el médico. Vuelvan a la definición de la palabra evacuar e imaginen, lectores, las consecuencias.