Japón, que registra un envejecimiento  preocupante de su población, ve cómo aumenta el número de accidentes de  circulación en los que están implicadas personas de edad avanzada, un problema  que los ingenieros confían en resolver gracias a la técnica.

Sean conductores y peatones, los ancianos representan una parte cada vez  más importante de las víctimas de accidentes de circulación en Japón. De hecho, muchos japoneses renuncian a conducir después de los 65 años por miedo a  convertirse en verdaderos peligros públicos. Por tanto, también dejan de comprar automóviles.

En 2006, las personas mayores de 65 años representaban más del 21% de la  población japonesa, el 13% de los poseedores del carné de conducir y el 40% de  las personas fallecidas en la carretera, según las cifras oficiales.

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Ante esta situación, los constructores y grupos de ingeniería electrónica  de Japón están creando numerosos dispositivos técnicos para dar más seguridad a  los conductores de una edad avanzada, guiarlos a la hora de realizar maniobras  delicadas, avisarles en caso de peligro, aumentar la visibilidad alrededor del  vehículo, inventar un modo de conducir más automático y dotarse de los medios  de saber si tienen un problema físico.

Por ejemplo, la empresa Denso ha inventado un detector de semáforos en rojo  que avisa al conductor.

"La mayoría de los accidentes de circulación se deben a errores humanos, lo  cual explica que los ingenieros se preocupen cada vez más por vigilar y asistir  a las personas con el fin de mejorar la seguridad", consideró Takashi Koumura,  investigador en Denso.

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Fuji Heavy Industries, de la marca Subaru, pionero en los sistemas de  asistencia en carretera, prevé instalar en sus futuros modelos varios  dispositivos para ayudar al conductor, como por ejemplo mecanismos que frenen  en su lugar y enderecen la dirección automáticamente gracias a una pequeña  cámara.

Omron, especialista en sensores, adaptó a los automóviles un sistema de  análisis de atención visual. Es decir, una cámara conectada a un programa  informático examina permanentemente los ojos del conductor y detecta si tiene  sueño o si ha bebido alcohol.

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Por su parte, los ingenieros de Hitachi y Sanyo inventaron un mecanismo  capaz de hacer visibles elementos que ni siquiera un excelente conductor vería,  como por ejemplo un automóvil en un cruce de escasa visibilidad o una bicicleta  en el angulo muerto del retrovisor.

Además, Hitachi creó un dispositivo que permite frenar automáticamente a la  entrada de una curva así como un sistema de detección de salida de pista que  tiene en cuenta los cambios de carril voluntarios.

Paralelamente, los expertos en radios, televisiones o GPS de los  automóviles, están haciendo lo imposible para que sus aparatos no sean un  factor de riesgo o de distracción para el conductor.

Por ejemplo, Clarion ha creado un sistema que se controla agitando una  mano, sin necesidad de apartar la vista de la carretera.

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Sin embargo, algunos expertos desconfían de semejante arsenal de alta  tecnología.

"Pueden ayudar al conductor a detectar un peligro, pero en ningún caso  podrán reemplazar a la razón humana", insisten.