Las familias que tienen personas con demencia senil deben triplicar la paciencia que se recomienda con un viejo o anciano sano, porque son mayores sus problemas de concentración y lucidez. Como ejemplo Aldo Guevara pone las siguientes situaciones: si pregunta una y otra vez la hora, lo más indicado es contestarle; si cuenta muy seguido una situación hay que escucharle.
“Hay que seguirle el dúo, como se dice comúnmente, pero siempre que no sea peligroso, por ejemplo, que quiera los fósforos para prender la cocina o meter algún dedo en el interruptor”, indica Guevara. A este tipo de personas hay que darles tareas como escoger granos, ordenar cosas.