Osho, su autor, un místico contemporáneo declarado por el Sunday Times inglés como “uno de los 1.000 constructores del siglo XX”, sostiene que el mundo padece demasiadas guerras y va a desaparecer debido a la expansión y dominación de una agresiva energía masculina.
Demanda un  cambio porque la fuerza de la violencia ha conducido a la humanidad al borde del suicidio y cree que debe liberarse la energía femenina para lograr un equilibrio. Pero aclara que cuando habla de masculino se refiere a la mente agresiva. “Una mujer puede ser masculina si tiene una mente agresiva y un hombre puede ser femenino si tiene una mente receptiva”.

En este intento de cambiar la alquimia del hombre y de la mujer, proclama que la verdadera revolución ocurrirá cuando sea el corazón quien decida los valores. “Cuando un hombre se mueve por el corazón, algo en él se vuelve femenino”, sostiene. Entendido lo femenino como un altísimo valor que nos hace ser más compasivos, más solidarios, más interesados por la defensa de la vida y del amor que por el poder, la manipulación y el control sobre los otros. Destaca que Buda, Jesús o Lao Tse manifestaron más cualidades femeninas que masculinas y que si no ha existido una mujer tan grandiosa como aquellos es porque el poder de lo masculino no lo ha consentido, porque el reino de la espiritualidad ha sido dominado por el machismo. “¿Cómo puede una mujer llegar a ser un Gautama Buda?, se pregunta. ¡Los budas no crecen en los árboles; ni tampoco caen del cielo! Necesitan raíces en la tierra y también necesitan nutrirse para crecer. A la mujer, particularmente en el pasado, se la mantenía continuamente embarazada. Ha sido utilizada como una fábrica para la reproducción”, dice.

Osho se une a Lao Tse para explicar la fuerza de lo femenino: “La energía masculina es la del hacha, la del leñador. ¿Has observado a un leñador cortando leña? Esa es la energía de lo masculino: destructiva, agresiva, violenta. La energía femenina, explica, es como la del surfista.
Lo masculino en lugar de fluir con la vida, lucha contra ella; lo femenino se deja llevar por ella, nada, no lucha contra ella. Lo femenino es maleable y tiene flexibilidad, es más líquido”.  Osho cree que la mujer puede contribuir para que la sociedad sea más delicada, más bella y piensa que si los seres humanos desarrollaran más su lado femenino, habría paz en el planeta.

Conciencia femenina, experiencia femenina, es un libro que honra estos valores en hombres y mujeres, la capacidad para dar vida o crear una obra artística que es una forma de alumbrar; el amor, la receptividad, la paciencia, la compasión, la fuerza del agua. Nos alienta con fuerza a volvernos yin, a dejar la puerta abierta…