Himno Nacional del Ecuador
(Versión actual)
El estreno oficial de la nueva versión del Himno Nacional del Ecuador se realizó el pasado 22 de diciembre, cuando la Orquesta Sinfónica Nacional ofreció el último concierto de la temporada 2006. El Ministerio de Educación ha realizado una tirada de nueve mil discos. El lector puede escuchar el audio de esta versión ingresando a www.eluniverso.com. Allí puede además emitir su opinión.
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Quizá muchos ecuatorianos hayan notado que el Himno Nacional cantado por la Selección de fútbol en el Mundial de Alemania, en junio del 2006, no era la versión siempre escuchada y entonada sin mucho tino. Esa fue la primera vez que se escuchó el Himno en tono de mi mayor, una tonalidad azulada, alegre.
Cristóbal Herrera, joven músico que se acostumbró a esa versión, dice que está orgulloso de haber sido parte de los ejecutantes del Himno definitivo, que quedó registrado en un CD que se lo distribuirá a los organismos públicos e instituciones educativas.
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“Ahora esta versión tiene un brillo alegre. Ya no es tan marcial, como en las versiones anteriores. Si habláramos en colores, esta versión sería azul y con un gran brillo”, dice con una gran sonrisa este artista de 22 años.
El estreno oficial de la nueva versión tuvo que esperar hasta el pasado 22 de diciembre, cuando la Orquesta Sinfónica Nacional realizó el último concierto de la temporada 2006, y así cerrar con mayor solemnidad el cincuentenario de fundación de la institución artística. La música del Himno fue compuesta, originalmente, en tono de si bemol. Los expertos dicen que es demasiado alta y que para ser interpretada con propiedad se necesitan voces educadas y, más que nada, privilegiadas.
Así lo corrobora la subsecretaria de Cultura, Beatriz Parra, quien es además una reconocida soprano. “Una vez estudiadas las posibilidades vocales de la gente, se logró la versión más apropiada, aunque no se modifica nada, porque un símbolo patrio no se puede modificar”, refiere Parra e indica que para la gente que no posee conocimientos musicales, esta versión le parecerá casi igual a la anterior.
Desde que Antonio Neumane en 1869 les puso música a los versos del poeta ambateño Juan León Mera, se han elaborado varias partituras en las que se bajó el tono, para que las personas puedan cantar de mejor manera el Himno.
La versión más conocida, la que más se canta en escuelas y colegios, está en tono de fa mayor (tres tonos más bajos que la creación original de Neumane), y para la mayoría de músicos no será difícil acostumbrarse al nuevo arreglo, que será el definitivo y no podrá cambiarse nunca más, por decisión legislativa tomada en el 2001.
“Yo creo que la gente que hizo estos arreglos tomó en cuenta eso, que no se podían eliminar cosas”, dice el cantautor Ramiro Acosta, quien fue el encargado de grabar, mezclar y masterizar el material fonográfico. Por lo general, este tipo de música se graba en vivo, no por pistas, y para lograr la sonoridad ideal se escogió el teatro de la Politécnica Nacional, en Quito.
José Cabrera, un asistente al estreno de la versión definitiva del Himno, en la Basílica del Voto Nacional, quedó gratamente sorprendido con la interpretación. “No me disgustó, no me pareció rara”, adujo. Entre los arreglistas que contribuyeron para la versión definitiva figuran los maestros Álvaro Manzano, Julio Bueno, Wilson Haro. Además hubo un equipo de investigación hítico y cantantes populares como el artista fallecido Pepe Jaramillo.
Mientras que el cantautor Hugo Idrovo dice que va a ser más cómodo cantar en tono de mi mayor. “La primera vez que vi a la Orquesta Sinfónica tocar el Himno Nacional se me pusieron los pelos de punta. Ahora más. Con esta versión, la gente va a quedar encantada”, dice el autor de Venenoso batracio.