Tener relaciones sexuales en las últimas semanas de embarazo no acelera el parto, como asegura el mito popular, según una nueva investigación publicada en la revista especializada Obstetrics  and Gynecology.

Jonathan Schaffir, autor del  estudio, examinó a 93 mujeres con embarazos de bajo riesgo. La mitad de las mujeres reportó haber tenido relaciones sexuales durante las semanas finales de su embarazo.

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Las que practicaron sexo durante las últimas semanas de gestación tuvieron  a sus bebés a las 39,9 semanas en promedio, en comparación con las 39,3 semanas  promedio de las mujeres que se abstuvieron de mantener actividad sexual.

El cuello del útero fue examinado en cada consulta médica para comprobar si  la actividad sexual tenía un efecto de “maduración”.

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Schaffir no encontró ninguna correlación entre la frecuencia de las  relaciones sexuales y la dilatación del cuello del útero. La falta de cambios en el cuello del útero  sumado a que no se presentaron diferencias en las fechas de parto entre los dos grupos, sugiere que el sexo no tiene un efecto que induzca al parto.