En el tema ‘Se nos rompió el amor’, que la artista dio a conocer en 1985, sus estrofas dicen “Se nos murió el amor...” y eso significa su muerte para sus fanáticos.

Amigos y admiradores dieron ayer un masivo último adiós a la cantante española Rocío Jurado, quien falleció por un cáncer de páncreas.

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Unas 20.000 personas acudieron al Centro Cultural La Villa de Madrid para despedir a Jurado. La capilla ardiente se cerró a las 20h00 locales (13h00 de Ecuador) y los restos fueron trasladados a Chipiona, en Cádiz, donde serán sepultados hoy.

La leyenda de la canción española, Rocío Jurado, a la que todos llamaban La más grande, murió la madrugada de ayer en su residencia madrileña víctima de un cáncer de páncreas contra el que llevaba  luchando casi dos años.

Rocío Jurado “ha dejado de respirar a las cinco y cuarto de la madrugada, rodeada de su familia, como ella quería”, dijo a la prensa el hermano y mánager de la artista, Amador Mohedano. El anuncio lo hizo sobre las 06h00 locales (23h00 del miércoles de Ecuador), en la residencia de la intérprete, en la urbanización de La  Moraleja, al norte de Madrid.

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Rocío Jurado, de 61 años, murió “sin angustias, tranquila”, dijo visiblemente afectado Mohedano, junto al esposo de la cantante, el diestro José Ortega Cano, con quien se casó en 1995, y su  hija mayor, Rocío, fruto de su primer matrimonio con el ex boxeador ya fallecido Pedro Carrasco. La artista tiene otros dos hijos, Gloria Camila y José Fernando, de origen colombiano y a quienes adoptó en 1999. 

Poseedora de cinco discos de platino y más de 30 de oro, Rocío Jurado nació el 18 de septiembre de 1944 en Chipiona (Cádiz) en el seno de una familia modesta, aficionada al flamenco y al canto. Desde pequeña mostró sus cualidades para cantar, ganando algunos concursos de radio. Ya en Madrid, actuó en tablados junto a Imperio Argentina y Manolo Caracol.

Admirada por su potente voz y temperamento artístico, la chipionera era capaz de interpretar desde flamenco a copla, aunque fue la canción ligera la que más abordó en sus discos. A fines del sesenta le dio un vuelco al estilo de los temas folclóricos al cambiar la típica bata de volantes y lunares por trajes de noche.

El cine le ayudó a darse a conocer tras debutar en 1963 junto con Manolo Escobar en Los guerrilleros. En 1993 protagonizó La Lola se va a los puertos y Carlos Saura contó con ella para cantar en su película Flamenco en 1995.

Entre sus principales éxitos discográficos se incluyen De ahora en adelante, con el que llegó a Latinoamérica y Estados Unidos. Los temas Si amanece, Lo siento mi amor o Mi amante amigo fueron número uno en los rankings de música hispana. Y sus álbumes Señora y Como una ola la terminaron de encumbrar y presentar en grandes escenarios, desde el Madison Square Garden de Nueva York hasta el Teatro Real de Madrid.

Ni siquiera la enfermedad pudo con las ganas de cantar de esta artista, quien en diciembre pasado participó en un homenaje a su persona en televisión, actuando a dúo con artistas como Chayanne, Lolita o Raphael.

“Cuando me vaya, no será porque no haya peleado. Vamos a estar ahí con el mazo”, declaró la cantante en su última entrevista, concedida a Televisión Española también a inicios de año, en alusión a su lucha contra el cáncer de páncreas del que fue operada en agosto del 2004 por el doctor Enrique Moreno (el mismo  médico que realizó el trasplante de hígado a Raphael).