Un tornado dejó ayer por lo menos 18 muertos, decenas de viviendas destruidas y miles de personas sin electricidad, al cruzar una región fronteriza entre los estados centrales de Kentucky e Indiana.

El Servicio Meteorológico estadounidense dijo que había lanzado alertas para la zona alrededor de 30 minutos antes del tornado, pero que mucha gente estaba durmiendo y no tomó conciencia del peligro.

La portavoz del Departamento de Seguridad Interna de Indiana, Pam Bright, dijo que al menos doce personas murieron en Evansville, diez de ellas en el Parque de Casas Rodantes Eastbrook y que aún hay víctimas entre las ruinas.

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El parque, que contiene unas 350 casas rodantes, quedó destruido y fue declarado zona de desastre masivo, añadió.

Los otros seis muertos fueron hallados en el adyacente condado Warrick, al este de Evansville, donde el tornado afectó a la ciudad de Newburgh.

Testigos dijeron que el tornado tocó tierra cerca de Henderson, Kentucky, y cruzó el río Ohio a Indiana alrededor de las 02h00.

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Funcionarios dijeron que la cifra de muertes podría ascender, mientras los equipos de rescate siguen removiendo los escombros casa por casa y en los campos agrícolas. Alrededor de 110 personas quedaron heridas.

En Kentucky no se reportaron muertes.

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Imágenes televisadas mostraban ayer a sobrevivientes aturdidos vagando por las calles de los destrozados vecindarios, una escena familiar para los espectadores estadounidenses que este año vieron el devastador paso de los huracanes Katrina y Rita.

Un tornado tan fuerte como este es raro en el medio oeste de Estados Unidos en noviembre, según el Centro Nacional de Predicción de Tormentas.

La temporada más activa de tornados es desde abril hasta junio, aunque Ohio fue azotado en noviembre del 2002 por una tormenta de similares características, según Corey Mead, portavoz del Centro.

En septiembre se reportaron tornados en Georgia, Arkansas, Wyoming, Wisconsin y Mississippi durante este año, con una cifra total de diez muertos.

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“Sonaron las alarmas, pero la mayoría de la gente no las escuchó debido a la hora”, dijo el subjefe de bomberos Chad Bennett a la cadena CNN.

El camino de destrucción en Newburgh (unos 15 kilómetros al este de Evansville) fue de unos 1.200 metros de ancho por 35 kilómetros de largo Además unos 25.000 hogares quedaron sin electricidad y se reportaron pérdidas de gas natural.