Cercados bajo un demoledor esquema de seguridad, 32 presidentes del continente comienzan este viernes la IV Cumbre de las Américas con un debate formal sobre el tema principal del encuentro que es el trabajo como herramienta para combatir la pobreza.

Sin embargo, algunos de los dignatarios ya han manifestado su desavenencias por temas que amenazan con enterrar el tema central de la cumbre y enfilaban la cita hacia un amarga disputa sobre propuestas de acuerdos comerciales como el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La sesión de apertura se anticipa desde ya como el primero de los muchos posibles choques verbales entre los dignatarios por temas que van desde asuntos fronterizos hasta la ideología.

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En ese último renglón están el presidente de Venezuela Hugo Chávez y el de Estados Unidos George W. Bush, que por primera vez en más de 20 meses --tras la cita extraordinarias de las Américas en enero del 2004, se encontrarán cara a cara.

Chávez ya ha anticipado que la cumbre será el escenario en que quede enterrada una iniciativa promovida por Estados Unidos desde 1994, la de firmar un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Bush, quien ha calificado a Chávez como una amenaza para la estabilidad regional, es un firme creyente del libre comercio, pero admite que las negociaciones del ALCA están estancadas.

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Fue precisamente el debate de incluir o no el tema del ALCA en la declaración de los jefes de estado lo que ha provocado la irritación tanto del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, hasta el presidente de México Vicente Fox.

Ambos asegurando que el tema del ALCA desvió la atención del foco de la cumbre en el empleo, mientras Fox ya advirtió que ese debate puede provocar una fractura dentro del seno de la comunidad latinoamericana.

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Fuera del hotel donde se encuentran los jefes de estado, también hay molestia por el tema del ALCA.

Temprano en otro sector de la ciudad, miles de manifestantes marcharon gritando consignas contra Bush y el ALCA.

A la cabeza de la marcha estaban amigos cercanos de Chávez y archienemigos de Washington: Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, y el diputado Evo Morales, líder cocalero y candidato favorito para a ganar la presidencia de Bolivia en los comicios de diciembre, de acuerdo con las encuesta de opinión.

Pero por la tarde algunos grupos sindicales y estudiantiles han anticipado que podrían intentar llegar a la   zona de exclusión, o un radio de más de una decena de cuadras en las que están los hoteles donde se hospedan y trabajan los dirigentes. Esa sección de esta ciudad, de poco más de medio millón de habitantes, está bajo acceso restringido desde el lunes y para cruzarla que hay penetrar a lo largo de tres distintas barreras metálicas de más de un metro de altura y resguardadas por policías antimotines y contingentes del ejército.

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