La protesta de las provincias de Sucumbíos y Orellana contra las petroleras extranjeras será radicalizada desde este jueves, dijo el prefecto Guillermo Muñoz, líder de las manifestaciones que están afectando a la explotación de crudo.
"El paro se radicalizará", dijo Muñoz, prefecto de la provincia de Sucumbíos (fronteriza con Colombia), que junto a la vecina de Orellana (limítrofe con Perú) declararon la protesta el pasado lunes para reclamar a las petroleras privadas la construcción de 200 km de carreteras y contratación de mano de obra y servicios locales.
Esa fue la respuesta del prefecto de Sucumbíos al estado de emergencia decretado el miércoles por el gobierno nacional para las zonas en protesta, suspendiendo derechos civiles y disponiendo que la fuerza pública restablezca el orden ante fuertes disturbios protagonizados por los manifestantes.
"Las bases y la asamblea del paro biprovincial decidieron desobedecer el estado de emergencia", añadió Muñoz, quien prefirió guardar en reserva las acciones que los manifestantes realizarán para radicalizar la protesta.
El prefecto indicó que los choques con militares y policías dejaban 60 manifestantes heridos.
El gobierno ecuatoriano cifró este jueves en unos 100 millones de dólares las pérdidas que deja la protesta.