Tropas del ejército impidieron el asesinato de una guerrillera desertora por parte de sus antiguos camaradas de armas, que emplearon a su hija de 5 años como   señuelo para atraerla, informaron ayer fuentes militares.

Según la Agencia de Noticias del Ejército, la madre de la menor era una guerrillera que desertó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se acogió al programa de reinserción a la vida civil del gobierno.

Una vez ubicada en un albergue en Bogotá, la ex rebelde se contactó con la abuela materna de la niña para acordar un encuentro en el municipio de Corinto, a 280 kilómetros al suroeste de la capital.

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Cuando la guerrillera desmovilizada viajó a Corinto en compañía de su pareja –un rebelde desertor del Ejército de Liberación Nacional– para recoger a la niña, la esperaba un grupo de guerrilleros de las FARC que había sido alertado por la abuela llamada Mercedes Tao.

Los rebeldes ataron a la pareja y comenzaron a internarla hacia las montañas cercanas para fusilar a los desmovilizados, según el ejército.

Pero una patrulla que seguía a las FARC salió al paso y se desató un combate. En medio del enfrentamiento, que no dejó víctimas, los soldados rescataron a la pareja y luego se procedió a capturar a la abuela y a dos personas más que fueron acusadas por el delito de secuestro.

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Pensaba mucho en mi hija, desde el momento que deserté, dijo a la prensa la desmovilizada en la brigada III del ejército, con sede en Cali.

La rebelde, cuya identidad fue mantenida en reserva por razones de seguridad, contó que los guerrilleros que la detuvieron le aseguraron que su suerte dependía de lo que decidieran los comandantes de las FARC, aunque los desertores suelen ser asesinados.

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El coronel Juan Pablo Amaya, de la III brigada, calificó como   villanos a los rebeldes por emplear a una niña para cometer el crimen.

Quiero salir adelante con mi hija, tener estudios, tener un hogar, ser feliz, afirmó la desertora.
Durante el actual gobierno se han desmovilizado más de 14.000 paramilitares y guerrilleros, quienes reciben ayuda económica y capacitación laboral para reintegrarse a la vida civil.