Al menos uno de cada cinco pacientes hospitalizados por ataques cardiacos en Estados Unidos padece depresión grave, según el informe que difundió ayer  la Agencia Federal de Investigaciones de Asistencia Médica y Calidad.

El documento dice que incluso estos pacientes pueden ser propensos a necesitar atención un año después de su primer ingreso a un hospital.

También tienen tres veces más posibilidades de fallecer a causa de un ataque futuro de corazón u otros problemas cardiacos que otras personas con la misma dolencia.

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La Agencia indicó que las evidencias científicas en que se basa el informe señalan que entre el 60 y 70% de  quienes sufren depresión cuando son hospitalizados por un ataque cardiaco siguen padeciendo este trastorno de uno a cuatro meses, tras ser dadas de alta.