La popular presentadora de televisión Laura Bozzo renegó de su amor por el ex jefe de la inteligencia peruana Vladimiro Montesinos, porque esa fue la causa de su actual arresto domiciliario, según reconoce en una entrevista.
 
"Me enamoré como una adolescente de Montesinos (...), cuando le conocí me impresionó su inteligencia y su aura de misterio, junto a una atracción extra, el poder, no hay afrodisíaco más grande que el poder", dice la estrella de la televisión.
 
Asegura que "Montesinos no me hizo favores ni me dio absolutamente nada más que problemas, yo solo me entregué y fui fiel a mis sentimientos".
 
Laura Bozzo está bajo arresto domiciliario desde julio de 2002 en el estudio de televisión que escogió ella misma como prisión y tras una remodelación que costó casi tres millones de dólares y que fue realizada por la cadena estadounidense "Telemundo".
 
La famosa conductora, que emite cada día su exitoso programa "Laura", en el que retrata dramas familiares y se emite en 22 países, está acusada de haber recibido tres millones de dólares de Montesinos por apoyar la reelección del ex presidente Alberto Fujimori.
 
Asimismo confiesa que el hombre más poderoso de Perú en la década de 1990, sólo por detrás de Fujimori, "era un romántico empedernido" y que parte de la atracción que sentía hacia él era que la hacía protagonista de "un romance informal donde el cortejo era permanente".
 
Dice que Montesinos, a quien califica de "siniestro", le recitaba poemas del peruano César Vallejo, le regalaba flores, peluches y vídeos musicales de Frank Sinatra y Ray Conniff, firmados por él mismo.
 
Los gestos románticos del "rasputín peruano" derretían a Bozzo, según sus palabras, quien llegó a cantar y bailar ante las cámaras "el rock de la cárcel" disfrazada de Elvis Presley sólo para Montesinos.
 
Bozzo enviaba a su amado, en concreto a la sede de los servicios de Inteligencia de Perú y donde éste pasaba la mayor parte de su tiempo, bufandas, chocolates, libros y cartas de amor.
 
"Nunca quedó claro que tuviéramos una relación, era un juego peligroso que cada vez me atrapaba más, me obsesioné con él y pensaba que era amor. Al final sólo me usó", señala.
 
La presentadora conoció a Montesinos a finales de 1998 y en los dos años siguientes tuvieron esporádicos encuentros en la sede de los servicios de inteligencia.
 
En 2000, año en el que Fujimori postuló a la reelección, Laura Bozzo era una de las mejores publicistas en la televisión del gobierno del entonces presidente peruano.
 
Reconoce que, tras la caída de Montesinos, en septiembre de 2000, viajó en dos ocasiones a Panamá para encontrarse con su "rasputín", quien se encontraba prófugo de la justicia, porque, según dice, "sentía curiosidad" y quería hacerle una entrevista para la cadena "Telemundo".
 
Mientras su peluquero y su asistenta personal le preparan para iniciar su siguiente "show" televisivo, en su estudio coronado por un retrato de Eva Perón, Laura Bozzo asegura que es víctima de una "venganza política" del actual gobierno.
 
La conductora de "Laura" también comenta que la editorial estadounidense "Simon & Schuster" publicará el próximo año el libro titulado "Resistiré", en el que se relata cómo vivió su encierro, una historia que después pasará al cine.
 
Bozzo confía en que durante el juicio que se sigue contra ella Montesinos "tendrá la decencia de decir que nunca recibí ni un dólar de parte de él".
 
Sin duda el melodrama que vive Laura Bozzo ha superado con creces las escenas, con peleas físicas e insultos incluidos, que cada día ella misma lleva a la pantalla en su polémico programa, que por otro lado le hacen mantener la popularidad y sobre todo una gran audiencia.
 
Esta controvertida peruana, de 53 años, está siendo procesada por la presunta comisión de delitos de peculado (recepción ilegal de dinero público) y asociación ilícita para delinquir.