Aparecen las primeras fisuras en la Corte Suprema de Justicia. Los magistrados Bolívar Guerrero y Ramiro Román consideraron ayer que no se debió aceptar la renuncia de su presidente Ramón Rodríguez, quien argumentó la falta de transparencia en el nombramiento de los vocales del Consejo Nacional de la Judicatura para irse.

Las causas de la dimisión no se debatieron ayer pues el nuevo titular, Guillermo Castro (PRE), clausuró la sesión sin permitir que los ministros expresen opiniones. Román pedirá reconsiderar la decisión que impide a la sociedad civil impugnar a los aspirantes al CNJ.

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Mientras tanto, los trabajadores judiciales amenazaron con un paro si hasta ese día no se nombra al nuevo CNJ.

Ayer, en menos de 20 minutos y con 21 votos de respaldo, el pleno aceptó la renuncia irrevocable de Ramón Rodríguez a la presidencia y magistratura de la Corte Superior de Justicia (CSJ).

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El texto de la misiva no fue debatido por los 23 magistrados que asistieron a la sesión extraordinaria, convocada para analizar la dimisión.

Esto provocó el reclamo de los ministros Bolívar Guerrero y Ramiro Román, quienes dijeron que los argumentos expuestos en la carta de Rodríguez no eran suficientes para aceptar su renuncia.

Sin embargo, Guillermo Castro (PRE), quien se estrenó en la dirección de la Corte ayer, clausuró la sesión sin dar paso a esos planteamientos y la eventual aprobación de una resolución para elegir a un nuevo presidente de la CSJ.

Castro dispuso que se lea el inciso segundo del artículo 26 de la Ley Orgánica de la Función Judicial, que determina que en caso de falta del presidente de la CSJ lo reemplazará el ministro más antiguo hasta completar el periodo (diciembre del 2006), lo que significaba que Castro debía asumir automáticamente el cargo.

Inmediatamente, el nuevo titular abandonó la sala para reunirse en reserva con algunos ministros y luego con los trabajadores judiciales.

La actitud de Castro generó la protesta de Román, quien sostuvo que la mecánica para la elección de los vocales del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), esgrimidos por Rodríguez, no fue la verdadera causa de su renuncia, sino las presiones a que fue sometido por el trámite de procesos. “Rodríguez es el único que sabe la verdad. Tiene que hablar por el bien del país”, dijo.

Para transparentar el proceso de elección del CNJ, Román pedirá reconsiderar la decisión del pleno de no dar paso a la presentación de observaciones a los aspirantes. Reveló que aún no se han entregado las carpetas con las hojas de vida de los candidatos.

En tanto, el presidente subrogante de la CSJ, Francisco Icaza, indicó que no habrá marcha atrás, pues el mecanismo ya fue decidido y la elección se efectuará sin publicar la nómina de los aspirantes en los medios de comunicación.

Mientras que Rodríguez reiteró que se retiró del cargo por divergencias en el proceso de designación en el CNJ, pues cree que la sociedad civil debe tener la oportunidad de efectuar impugnaciones. Aceptó además que se reunió en dos ocasiones con el mandatario Lucio Gutiérrez, pero aclaró que él jamás le pidió algo que atente contra la independencia de la Función Judicial.