Para luchar contra el flagelo del sida, que ya ha causado la muerte de 22 millones de personas en el mundo e infectado a 38 millones, el Vaticano ha creado la Fundación "El Buen Samaritano", presentada este  viernes oficialmente y a la que el Papa ha donado cien mil euros "como ejemplo de caridad".
 
La Fundación "El Buen Samaritano" está gestionada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud ("ministerio de sanidad" del Vaticano), que preside el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, encargado de presentarla.
 
Lozano Barragán dijo que su objetivo es ayudar económicamente a los enfermos más necesitados, en especial a los de sida, cumpliendo el mandato de Cristo "curad a los enfermos y realizar un gesto de amor solidario en favor de los más abandonados".
 
El cardenal mexicano subrayó que el sida es una de las más devastadoras epidemias de este tiempo, un drama humano que por su gravedad y extensión es uno de los mayores desafíos de la sanidad mundial.
 
Desde su aparición, en la década de los años 80, más de 22 millones de personas han muerto en el mundo debido al sida y actualmente 37,8 millones de personas están infectadas con el virus, precisó el purpurado, que agregó que el pasado año murieron casi tres millones de personas y se infectaron casi cinco millones.
 
El sida, agregó el cardenal, es la principal causa de muerte en personas entre los 15 y los 49 años.
 
Para el 2005 se prevé, según los datos facilitados por el cardenal, que sólo en la India 31 millones de personas mueran por esta enfermedad y 18 millones en China.
 
Los niños son otras de las principales víctimas del sida. El cardenal resaltó que entre 2001-2003 un total de 15 millones de niños quedaron huérfanos debido a esa enfermedad y que para el 2010 se prevé que sólo en Africa subsahariana 18,4 millones de niños queden huérfanos debido a esta epidemia.
 
Sólo en el pasado año 5,2 millones de niños perdieron a sus padres por la epidemia.
 
Lozano Barragán resaltó los llamamientos del papa Juan Pablo II para afrontar la enfermedad y subrayó que la Iglesia Católica siempre ha contribuido a luchar contra ese mal y que prueba de ello es que el 26,7 por ciento de los hospitales de todo el mundo donde se combate el sida son católicos.
 
A pesar de los esfuerzos, esos centros católicos no tienen los recursos suficientes para las medicinas que se necesitan, que, además, no bastan para cubrir las urgentes necesidades que se presentan.
 
De ahí la decisión de crear la fundación. Juan Pablo II ha dado los primeros cien mil euros. Lozano Barragán destacó que es un ejemplo que los católicos deben seguir.
 
El purpurado pidió a todos los católicos, gentes de buena voluntad, a las diócesis del mundo y a las instituciones de la Iglesia que contribuyan a la Fundación. "Es el regalo más apreciado que podemos ofrecer al Niño Jesús", dijo Lozano Barragán.
 
El "ministro de Sanidad" del Vaticano afirmó recientemente que detrás de la difusión del Sida se encuentra una "inmunodeficiencia de valores morales y espirituales" y reiteró la necesidad de que las industrias farmacéuticas bajen los precios de las medicinas.
 
Javier Lozano Barragán dijo también que el Sida se presenta como una "patología del espíritu" y que para combatirlo de manera responsable es necesario potenciar la educación en el respeto del valor sagrado de la vida, la formación de una práctica correcta de la sexualidad y la observancia de la castidad.