El estreno el pasado miércoles  de Alexander reúne el genio de dos leyendas en un solo épico, la del conquistador Alejandro Magno y la del cineasta Oliver Stone, quien en una entrevista  examina una historia que parece repetirse con cada guerra.

“Puedo ver los paralelismos y eso es fascinante. Alexander estuvo en lo que hoy es Afganistán e Iraq y conquistó ambos”, explica el polémico realizador con motivo de su estreno.

Stone, de 58 años, habla del conquistador macedonio Alejandro Magno, considerado uno de los mayores líderes de la historia capaz de dominar el 90% del mundo conocido cuando tenía 27 años.

Publicidad

Pero los dos milenios que separan la historia no han evitado las comparaciones con esa otra guerra en la misma zona del globo. “Eran otros tiempos. Sin tratados, ni Naciones Unidas ni medios de comunicación”, puntualiza. “Pero, ¿quién sabe? Bush puede ser el Alexander de la mitología de su tiempo”, agrega.

Conocido por una filmografía política con títulos que recuerdan algunos de los presidentes estadounidenses más destacados de la historia del país como JFK o Nixon, Stone asegura que no fue tal su intención con Alexander.

Su última película es fruto de un sueño de juventud, una fascinación con una leyenda que sigue viva, “quizá porque además de tratarse de un gran estratega militar, Alexander era un líder con una visión del mundo que quería incluir a todos”.