Otros diez palestinos murieron este domingo en la franja de Gaza a manos del ejército israelí, que ampliará su operación militar en la zona, según anunció el primer ministro Ariel Sharon.
 
En total, desde el lanzamiento de la operación "Días de penitencia", el  ejército israelí mató a 66 palestinos.
 
Este domingo, diez palestinos perdieron la vida a manos del ejército. Ocho  de ellos murieron en el campo de refugiados de Jabaliya, donde el ejército  concentró sus ataques desde el inicio, el martes por la noche, de su ofensiva  destinada oficialmente a impedir los disparos de cohetes contra territorio  israelí o las colonias judías en la franja de Gaza.
 
Los otros dos palestinos muertos este domingo fueron víctimas de un ataque  aéreo israelí en Beit Hanun. Ambos eran miembros de las Brigadas Salahedín,  brazo armado de los Comités de Resistencia Popular, según un portavoz de ese  grupo radical salido del Fatah.
 
El ataque se produjo cuando los activistas se aprestaban a disparar un  cohete artesanal de tipo Qasam contra territorio israelí.
 
Con estos muertos, ascendie a 4.422 el número de víctimas mortales desde  que estalló la Intifada a finales de septiembre de 2000, entre ellos 3.398  palestinos y 953 israelíes.
 
Por su parte, Sharon anunció este domingo a la radio militar la  continuación y la ampliación de la operación.
 
"Tenemos que ampliar nuestras zonas de operación para alejar los  lanzacohetes, de manera que las localidades judías situadas más allá de la  frontera ya no estén a su alcance. Hay que actuar además para que los  terroristas no puedan bombardear los asentamientos (israelíes en la franja de  Gaza) ahora y durante la evacuación" de esta región prevista el próximo año,  explicó Sharon.
 
El miércoles, dos niños israelíes murieron en Sderot al estallar un cohete  de tipo Qasam disparado desde el norte de la franja de Gaza.
 
Desde el lanzamiento de la operación, el ejército israelí estableció una  "zona de seguridad" de 7 a 9 km de profundidad en el norte de la franja de  Gaza. Según un alto responsable del ministerio de Defensa israelí, Amos Gilad,  "la mayoría de los palestinos muertos hasta el momento eran terroristas".
 
"La operación progresa de forma satisfactoria, nuestras fuerzas actúan de  manera profesional y eficaz", se felicitó Sharon, que dijo que la ofensiva  "durará el tiempo que sea necesario".
 
Sin embargo, otros cuatro cohetes palestinos, lanzados desde la franja de  Gaza, cayeron este domingo en el sur de Israel, sin dejar daños, según el  ejército.
 
El sábado, Sharon había rechazado la oferta del Hamas, que dijo estar  dispuesto a poner fin a sus disparos de cohete si el ejército detenía su  operación.
 
Por su parte, el ministro palestino encargado de negociaciones, Saeb  Erakat, manifestó este domingo su decepción ante la "ausencia" de reacción  internacional, lo que "alentó a Ariel Sharon a afirmar que la operación iba a  continuar".
 
Sin embargo, Israel fue blanco de enérgicas críticas en los países  occidentales y árabes.
 
En ese marco, la Liga Árabe encargó al grupo árabe en Naciones Unidas que  convoque con carácter de "urgencia" a la Asamblea General o al consejo de  Seguridad de la ONU para "detener la guerra de exterminio israelí contra el  pueblo palestino", según un comunicado tras una reunión de delegados en El  Cairo.