El recital de música servirá para anunciar que el concertista dará clases de flauta traversa en el conservatorio desde la próxima semana.
Un tango del compositor argentino Astor Piazzolla ambienta el hogar del concertista belga Gilles Cardoen.
El músico practica con su flauta –sobre embocadura de plata– una de las piezas que entonará hoy en el conservatorio Rimsky-Kórsakov, a las 20h00.
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Cardoen, de 32 años, toma su flauta traversa y se transporta al siglo pasado. Al mundo de Piazzolla (1921-1992). Al mundo del tango, de la nostalgia, para así interpretar esta pieza. Coloca sus manos sobre las teclas del instrumento y se olvida de su alrededor, para encontrarse con aquello que le permite sobrevivir: la música. El artista argentino, junto con el alemán Johann Sebastian Bach, forman parte de los preferidos del flautista para presentar sus conciertos.
La música termina y Cardoen habla de tango y de su fiel compañera: la flauta. Refiere que esta (flauta) fue el primer instrumento que se utilizó para componer tango. El bandoneón ingresó después a las partituras.
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A Gilles Cardoen le encanta también entonar música de la época barroca y del siglo XX.
La historia del compositor belga, que lleva 24 años de vida profesional, empieza desde muy pequeño. Él no soportaba ni la música pop ni el rock. Siempre se inclinó por la clásica.
A los 8 años encendió la radio y escuchó a la orquesta sinfónica de su país, Bélgica. Empezó a distinguir cada instrumento y decidió que quería aprender a tocar flauta. Ocho años después, luego de sus estudios preliminares musicales, ingresó al conservatorio belga. Su primer concierto lo presentó a los 18 años.
Cardoen toma de nuevo su flauta y entona una pieza de su autoría, Fantasía ecuatoriana, que también tocará en el concierto, que servirá de antesala para anunciar que en el conservatorio Rimsky-Kórsakov impartirá clases de flauta traversa desde la próxima semana. El músico nuevamente se aísla y tiene un encuentro íntimo con él.
Esta pieza recoge impresiones de las diferentes culturas ecuatorianas, desde los Andes hasta la Costa.
Para él, el proceso de composición es como la alquimia, tiene algo de ciencia y algo de metafísica. El concertista está radicado en Ecuador desde enero pasado, pero en 1997 visitó el país y también realizó algunos proyectos.
Sin embargo, su aventura musical no concluye como maestro del conservatorio. La próxima será componer para una orquesta. Y así habrá más planes, pues, dice, que le falta todo por hacer.
PIEZAS
RECITAL
El concierto musical será en el conservatorio Rimsky Korsakov, ubicado en Cedros 107 y Víctor Emilio Estrada, a las 20h00. La entrada es gratuita. Durará una hora.
PIEZAS
Las piezas que interpretará Gilles Cardoen pertenecen a seis músicos: Marin Marais, George Philips Telemann, Anton Stamitz, Karl Keller, Claude Debussy y Astor Piazzolla. También habrá composiciones de su autoría. Estas son: Sonata dodecafónica, Fantasía ecuatoriana, Oslo y Lamento flamenco.