La creciente cantidad de polvo en la atmósfera, donde anualmente se acumulan entre 2.000 y 3.000 millones de toneladas, se ha convertido en una seria amenaza para el medio ambiente y la salud humana que no recibe la atención necesaria.

Así lo advirtió el profesor de la Universidad de Oxford, Andrew Goudie, en el Congreso Geográfico Internacional de Glasgow (Escocia), organizado por la Royal Geographical Society.

“El polvo es uno de los componentes menos conocidos de la atmósfera y uno de los que pueden tener una influencia en el cambio climático”, dijo Goudie, autor de un estudio sobre este tema.