El uso prolongado del calmante acetaminofeno puede deteriorar la función renal en algunas personas, según un estudio de mujeres de edad mediana que fue publicado el lunes.
 
En general, una de cada 10 de las 1.700 mujeres estudiadas durante 11 años experimentó un 30 por ciento de deterioro en su función renal.
 
En el estudio se comprobó que específicamente el acetaminofeno, que se vende en Estados Unidos como Tylenol por una subsidiaria de la empresa Johnson & Johnson, y también en su forma genérica, está vinculado al deterioro de la función renal.
 
Sin embargo, "nuestros hallazgos no deben hacer que la gente deje de tomar acetaminofeno", aclaró el autor del estudio, Gary Curhan, del Hospital Brigham and Women, en Boston.
 
"En su lugar, este estudio sugiere la necesidad de que la comunidad médica considere terapias alternativas que puedan ayudar a los pacientes a evitar una dependencia a largo plazo de estos calmantes hasta que podamos comprender cabalmente los posibles efectos secundarios", expresó.
 
"La buena noticia es que, basados en este estudio, parece que para la gran mayoría de las mujeres, la mayor parte de los calmantes son inocuos para los riñones", dijo Curhan.
 
Una portavoz del fabricante del Tylenol rechazó los hallazgos del estudio y dijo que contradecían los de investigaciones anteriores sobre el impacto del uso moderado de analgésicos en la función renal.
 
Es menos probable que el acetaminofeno cause daños en los riñones que otros analgésicos, dijo Kathy Fallon, de la firma McNeil Consumer & Specialty Pharmaceuticals.
 
La aspirina y otros analgésicos alivian el dolor actuando sobre los glóbulos rojos que pasan directamente por los riñones, pero el acetaminofeno no actúa de esta manera, según Fallon.
 
En el estudio, publicado en la revista The Archives of Internal Medicine, las mujeres que tomaron entre 1.500 y 9.000 tabletas de acetaminofeno durante su vida tuvieron un 64 por ciento mayor de riesgo de desarrollar insuficiencia renal.
 
Para las que tomaron más de 9.000 tabletas, el riesgo se duplicó.
 
En el estudio no se halló vínculo entre la insuficiencia renal y la aspirina u otros fármacos anti-inflamatorios conocidos como no esteroideos. Sin embargo, investigaciones anteriores sí hallaron conexiones.
 
"Los calmantes se usan frecuentemente, en especial los usan las mujeres", dijo Curhan. "Aunque un número creciente de pacientes toma calmantes de manera regular para aliviar dolores crónicos o impedir enfermedades cardiovasculares y apoplejías, es importante que los médicos entiendan que estos medicamentos pueden tener efectos adversos a largo plazo sobre la salud de un individuo".