Los monumentos faraónicos podrían desmoronarse antes de un siglo debido a la salinidad causada por la respiración de los millones de turistas que los visitan al año, advirtieron las autoridades egipcias.
“El aliento de cada turista que ingresa en un templo o tumba de las dinastías egipcias deja dos gramos de vapor, que con el paso del tiempo deriva en una salinidad que paulatinamente va dañando las paredes y pinturas interiores de los monumentos faraónicos”, advirtió el egiptólogo Zahy Hawas. Dijo que por el peligro ha restringido el número de visitantes a los monumentos, los ha cerrado temporalmente y construido vallas protectoras.