Tres palestinos murieron y al menos quince resultaron heridos en los enfrentamientos con fuerzas israelíes este viernes en Jerusalén y los territorios ocupados, mientras el primer ministro Ariel Sharón ha vuelto a amenazar de muerte a Yaser Arafat.
 
El centro de esos enfrentamientos estuvo en la ciudadela de Jerusalén, donde la Policía israelí irrumpió por la fuerza a primera hora de la tarde en la Explanada de las Mezquitas, después de que jóvenes feligreses palestinos lanzaran piedras en dirección al contiguo Muro de las Lamentaciones.
 
"No teníamos ninguna información previa de que hoy se iban a producir disturbios, por ello no restringimos la entrada de feligreses al Monte del Templo", se justificó el jefe de Policía de Jerusalén, Miky Levy, tras la operación policial.
 
"Monte del Templo" es el nombre que los judíos dan a la "Explanada de las Mezquitas" porque la tradición sitúa allí los templos de Jerusalén que se mencionan en la Biblia.
 
Desde que comenzó la Intifada de Al-Aksa en septiembre de 2000, y particularmente durante el mes de ayuno de Ramadán, la Policía israelí suele prohibir la entrada a ese recinto sagrado a menores de 45 años, a fin de evitar disturbios como los de hoy.
 
"Después de las primeras pedradas, los agentes israelíes irrumpieron con granadas de estruendo y proyectiles de caucho de impacto reducido para dispersar" a los cientos de manifestantes islámicos, agregó Levy en declaraciones a la radio pública.
 
Fuentes palestinas informaron de al menos 15 heridos a causa de los proyectiles y la inhalación de gases lacrimógenos.
 
Por su parte, la Policía israelí cifró en 14 los arrestados por alterar el orden público, mientras que el rabino Shmuel Rabinovitch, dijo que tan sólo una de la piedras cayó en la explanada del que es el máximo lugar sagrado para el judaísmo.
 
Mientras los agentes tomaban la Explanada de las mezquitas, miles de musulmanes se atrincheraron en la mezquita de Al-Aksa, tercera en importancia para el Islam y que da nombre al actual alzamiento palestino contra Israel.
 
Los feligreses abandonaron el recinto sagrado después de que los dirigentes del administrador de los lugares sagrados para el Islam, el Wakf Islámico, negociaran un acuerdo con la Policía para poner fin al encierro de forma pacífica.
 
Entretanto, en Cisjordania y Gaza tres palestinos morían a lo largo de la jornada en tres sucesos separados con el Ejército israelí, que esta mañana también volvió a entrar en el campo de refugiados de Rafah.