Luego del ataque de la columna Antonio José de Sucre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a las poblaciones de Cristo Rey, Chiles y la Calera (Colombia), varios pobladores de ese país se refugiaron ayer en esta parroquia.

A las 08h45 del pasado sábado, entre 30 y 40 presuntos guerrilleros llegaron a esas poblaciones donde tuvieron un enfrentamiento con la Policía colombiana.
Luego, patrullas del Ejército ecuatoriano acudieron al destacamento de Tufiño para realizar rastreos.

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Niños, adultos y ancianos colombianos mostraron preocupación por el incidente.
José Fraga, morador de La Calera, dijo que “antes se oía de robos de vehículos colombianos y ecuatorianos o de casos de extorsión; ahora ocurre lo que jamás imaginamos: cruce de balas y explosiones”.

“Si las cosas siguen así y vamos a tener que vivir con preocupación constante de lo que pueda suceder con nuestras vidas, vamos a tener que refugiarnos en Ecuador”, sostuvo.

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En tanto, siete agentes y cuatro civiles en una zona montañosa del sur de Colombia murieron, el sábado pasado, en el peor accidente de “fuego amigo” en la historia del conflicto de este país.

El accidente ocurrió el sábado cerca del pueblo de Guaitarilla, en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, unos 400 kilómetros al suroeste de Bogotá, en donde el Ejército atacó por error a una patrulla de la Policía que trasladaba a cuatro civiles acusados de extorsionistas.

“La falta de comunicación. Desafortunadamente hay muchos sectores en Colombia donde la comunicación es nula, eso genera confusiones que tienen a veces desenlaces trágicos”, dijo el director operativo de la Policía, general Alberto Ruiz García.