Hay una canción por ahí que mi padre solía cantar con muchas ganas. Un bolero muy decidor que va así: Total, si no tengo tus besos, no me muero por eso, yo ya estoy cansado de tanto besar...

Toda la vida que se fue  y todas las correrías por noches de bohemia infinita en algún momento me revelaron el secreto. Celio González, el Satanás de Cuba, la voz bendita de la Sonora, fue quien inmortalizó este tema y otros más como Amor sin esperanza, o Besitos de coco.

Y ahora resulta que la gran Sonora Matancera, el conjunto que convirtió en eternos a Daniel Santos, Bienvenido Granda, Celia Cruz, Bobby Capó, Nelson Pinedo, Toña la Negra, el dominicano Alberto Beltrán, Leo Marini y muchos más cumplió 80 años en enero pasado.

Publicidad

¿Quién, una noche cualquiera, no escuchó la voz añosa de algún abuelo cantando uno de los 115 boleros que grabó la Sonora? Este conjunto, que ha tocado 52 ritmos diferentes y por el que han pasado 46 cantantes de 9 países, nació el sábado 12 de enero de 1924 en el barrio Ojo de Agua de la ciudad cubana de Matanzas, con el nombre de La Tuna Liberal.

Su primer director fue Valentín Cané, quien tocaba el tres (guitarra cubana de tres cuerdas dobles) y que junto con el bajista Pablo Bubú Vásquez Govín crearon, sin duda, el grupo más influyente en la historia de la música latinoamericana.

Sus primeros integrantes fueron José  Valera, Juan Llopis, Julio Govín, Domingo Medina, Pablo Vázquez, Ismael Goberna y Manuel Sánchez. Ellos empezaron animando fiestas familiares, jolgorios campesinos, serenatas y reuniones políticas.

Publicidad

En 1926 ingresaron el cantante Carlos Manuel Caíto Díaz y el vocalista y guitarrista Rogelio Martínez. Debido a la voz asopranada de Caíto  y dado que sus integrantes ya eran seis por el retiro de otros instrumentistas, cambian el nombre por el de Sexteto Soprano. Eso dura poco tiempo, ya que luego pasan a llamarse Estudiantina Sonora Matancera.

Fuera, fuera Chino, de Valera, y El porqué de tus ojos, de Cané, fueron las primeras grabaciones de la Sonora que  hizo para el sello Víctor. Eso fue en noviembre de 1927 en La Habana, adonde se había trasladado en busca de dinero. En esa época también comienza sus trasmisiones radiales por Radio Progreso.

Publicidad

En 1935 ingresó el trompetista Calixto Leicea, y Humberto Cané se hizo cargo del tres; mientras su padre Valentín, el fundador, pasó a tocar la tumbadora. Lino Frías al piano y Pedro Knight (esposo de Celia Cruz) a la trompeta completaron el esquema del Conjunto Sonora Matancera. En esos años Rogelio Martínez, por pedido de los demás integrantes, se hizo cargo de la dirección ya que Valentín  sufría de asma.

El año 1944 marcó para la Sonora la llegada de Bienvenido Granda y su ingreso al sello Panart.

Entre 1947 y 1958, según los entendidos, la Sonora disfrutó la llamada Época de Oro, y todos los artistas reconocidos, así como todos los sellos, querían grabar con ella. Pero Rogelio Martínez logró en 1950 un acuerdo de exclusividad con Seeco de los Estados Unidos, y así empezaron los 15 años más llenos de triunfos y ganancias.

Rogelio Martínez, su eterno director, se refirió así sobre Daniel Santos. “Siempre me decía: ‘Óigame gallego, ¿a qué hora quieres que esté en el baile?’ A tal hora, le respondía yo. Y siempre llegaba a tiempo. No tengo queja. Lo que pasa es que a Daniel le tenían mucha envidia porque se adueñó de Cuba”.

Publicidad

A Celia Cruz la conoció en el show del Tropicana (cabaré de La Habana), dice. “El empresario que la manejaba quería que la escuchara, ella me dijo que se llamaba Celia Cruz y yo le respondí que la llamaría por teléfono, pero   me olvidé. Al ver que no la llamaba, se apareció un día, me dijo que si quería oírla cantar  y yo le dije que sí, cómo no. Y cuando esa negra abrió la boca se me pusieron los pelos de punta”. El primer tema que grabó Celia fue El yerbero moderno.

La Sonora pasó dos años en México, adonde llegó en 1960 para cumplir un contrato, y ante la permanencia de la revolución de Fidel Castro, la orquesta se trasladó a Nueva York, en 1962.

Los intérpretes de esa época que continuaron la fama son los cubanos Willy Rodríguez, Alberto Pérez, Justo Betancourt, Linda Leida, Tony Díaz y Kary Infante; los puertorriqueños Elliot Romero y Máximo Barrientos. Ellos ayudaron para que  todo el mundo pueda seguir deleitándose con la Sonora.

EN GUINNESS
Está reconocida por el Libro de récords Guinness como la agrupación musical de más larga duración en la historia.

En 1937, Dámaso Pérez Prado tocó el piano, luego fue sustituido por Severino Ramos, aunque Rubén González (Buena Vista Social Club), también tocó con ellos.

En la época dorada grabaron con la Sonora el colombiano Nelson Pinedo; los cubanos Bienvenido Granda, Miguel de Gonzalo, Alfredito Valdés, Manuel Licea, Miguelito Valdés, Gloria Díaz, Raúl del Castillo, Vicentico Valdés, Rodolfo Hoyos, Tony Álvarez, Celio González, Rey Caney y Celia Cruz; los puertorriqueños Daniel Santos, Myrta Silva, Bobby Capó, Carmen Delia Dipiní y Johnny López; la haitiana Martha Jean Claude; el dominicano Alberto Beltrán; los argentinos Leo Marini y Carlos Torres; el uruguayo Chito Galindo y el venezolano Víctor Piñero.