Festival del pasillo en homenaje a Julio Jaramillo

Tumbas, guitarras, timbales, trombones, trompetas, teclados, tubas, violines  y baterías, fueron los instrumentos que utilizaron bandas y solistas guayaquileños en el festival del pasillo que se realizó la noche del lunes pasado, en el teatro José de la Cuadra de la plaza Colón, junto a Las Peñas.

El motivo de la actividad fue recordar los 26 años del fallecimiento de El Ruiseñor de América, Julio Jaramillo. Hasta el teatro llegaron decenas de personas, en su mayoría adulta y de la tercera edad, quienes desde que la Banda Metropolitana ejecutó Nuestro juramento, no cesaron de seguir con su canto a los artistas que esa noche actuaron.

La agrupación de danzas folclóricas de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte dio colorido a la velada. Las adolescentes vestidas con faldas de colores verde, lila, azul, rojo y amarillo, y portando una rosa en el cabello, recrearon junto con bailarines la picardía de la gente guayaquileña.

Las cantantes Irma Aráuz y Juanita Córdova provocaron que varios concurrentes se levantaran de sus asientos y  bailaran.
Entre los temas que interpretaron estuvieron Rebeldía, Guayaquileño, Sendas distintas, Endechas.

Aráuz interpretó Ya no debo sufrir. Con esa melodía  rindió tributo a quien dijo era su amiga, la artista Maruja Mendoza Sangurima, del dúo Las Hermanas Mendoza Sangurima. Ella se encontraba entre el público.

El trío Fronteras y el grupo Ensamble de Violines ofrecieron nuevos arreglos de algunos temas con los que Julio Jaramillo recorrió América. Constaron El aguacate, Guayaquileña, Pesares, Cuando llora mi guitarra y Romance de mi destino. También se regaló un popurrí, en el que se mezclaron Cinco centavitos, Nuestro juramento y Azabache.

La soprano Astrid Achi llegó acompañada de Lucho Izurieta (teclados), Javier López (batería) y Glen Falcones (bajo).

Juntos ofrecieron Alma en los labios, Pasional, Confesión y otras. Luego  de cada pieza, el maestro de ceremonias comentó sobre la carrera artística de El Ruiseñor de América. Carmen Avilés de Romero, representante de la Municipalidad, leyó  poemas que Lucho Gálvez escribió para JJ.