La hija de Lola Flores dio un concierto privado. Demostró que “lo que se hereda, no se hurta”.
El jueves en la noche, los salones del hotel Oro Verde estaban llenos de clientes de BellSouth. ¿El motivo? La telefónica había organizado una cena show para sus usuarios especiales.
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A más de una decoración, comida y atención impecables por el sorteo de pasajes y premios, el verdadero regalo para los presentes fue, sin duda, el concierto de la española Rosario Flores, quien vino al país para esa única presentación privada.
La escritora española Rosa Montero definió a Rosario como la “guapa más fea o la fea más guapa” que ella conoce. Aquello que llaman sex appeal, ella lo tiene en cantidades.
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Saltó al escenario y sorprendió con su sensualidad y movimientos.
Toda de negro, con su clásico top (sostén) y pantalón ajustado, la melena suelta y una gran sonrisa, Rosario hizo su entrada con una canción vibrante. El Pescaílla es una deliciosa versión de una clásica española que es parte de su nuevo disco De mil colores y que combina ritmos gitanos, flamencos y de rumba catalana.
Seguro que Rosario escuchó a su madre Lola Flores cantar esa canción desde que estaba en el vientre.
Después de comentar cuán contenta estaba de presentarse en Guayaquil, la “chica Almodóvar” (actuó en la película Hable con ella del director español), fue alternando éxitos de sus discos pasados con las nuevas propuestas que trae en De mil colores.
Bomberito y Te voy a hacer una casa en el aire, llenaron el salón de ritmo, pero no podían faltar las baladas que ella misma compuso Cómo quieres que te quiera y Sabor sabor, que algunos, emocionados, cantaron con ella desde el público.
Y “algunos” es la palabra exacta porque, a pesar de la evidente alegría de un grupo de invitados (que se agrupó de pie a un lado del salón para ver a la artista), quienes estaban en las mesas más cercanas al escenario estuvieron más bien apáticos durante la presentación de la española.
Intensa, la última de las hijas de La Faraona, se entregó al público. Bailó, se acercó a las mesas a dar la mano a los asistentes y recibió feliz las flores que le lanzaron desde las mesas.
Flores
Nuevo disco
De mil colores, la flamante producción discográfica de Rosario, es una mezcla de rumba y bossa nova, con sonidos de guitarra flamenca. También hay funk y balada.
Look gitano
Delgada, morena, con una melena rizada y su característica ropa (siempre enseñando el ombligo), Rosario derrochó sensualidad y energía.
Baile flamenco
Su música es tan española que es casi imposible dejar de mover las manos como Rosario. Algunas de las presentes en el show imitaron también los contoneos de la española.
Todos los ritmos
En guitarra flamenca, saxofón, batería, guitarra eléctrica o voces, los 17 músicos de Rosario, de diferentes países, demostraron en el escenario tener tanto talento como ella.
Apagados y prendidos
El público fue desigual: mientras algunos estaban fascinados, otros en las mesas cercanas al escenario se mostraron poco interesados.
Los valientes
Ante una pista de baile desocupada, la energía de Rosario y el ritmo de El meneíto, solo unos diez invitados decidieron salir a bailar con ella.