Ubicada en la parte sur de Manabí, cerca del Parque Machalilla, se encuentra esta opción turística.

Desde las últimas semanas el clima a lo largo de  la  Ruta del Sol, que va de Santa Elena al sur de Manabí, es soleado e ideal para pasar un fin de semana en la playa.

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A lo largo de la Ruta hay múltiples opciones de distracción y descanso que se concentran en hoteles, hosterías, hostales y clubes.

Una de ellas, la hostería Piqueros Patas Azules, tiene varios atractivos que hacen de la permanencia en este lugar, una experiencia diferente y relajante.

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Ubicada en Río Chico (km 96) entre Salango y Puerto López, Piqueros Patas Azules conjuga, con armoniosa habilidad, los ambientes naturales costeros  con actividades culturales y hasta las del simple pero indispensable entretenimiento.

Así, quien llegue a sus instalaciones podrá visitar un museo arqueológico in situ, donde se encuentran entierros de la cultura manteña y vestigios de esta y otras culturas de la Costa, como la Bahía, Guangala y Tolita.

En el museo permanece el cráneo en estado de petrificación de un cocodrilo americano, que pese a no haber sido una especie característica de esta zona, se lo halló en el estero que atraviesa este complejo turístico de aproximadamente 40 hectáreas de extensión.

Diferentes pesas de fondeo, artísticamente talladas por los aborígenes de la zona  en la época de la conquista española, fueron sacadas del fondo del mar y donadas al museo por el ecologista Kelly Swing, de la Universidad San Francisco de Quito.

Participaron en el diseño del  concepto del museo in situ los conocidos arqueólogos e historiadores Erick López, Ángel Véliz y el recordado Presley Norton, según explicó Alfonso Pinoargotty, representante de la hostería.

Para los que disfrutan de las actividades al aire libre, hostería Patas Azules ofrece caminatas por el sendero ecoturístico denominado Jerónimo, que comprende el paso por un estuario de mangle Jelí, en el que se puede apreciar una amplia variedad de especies, entre ellas cangrejos de patas azules.
Pinoargotty introdujo a este hábitat decenas de tortugas de tierra de Daule y Santa Lucía, que han logrado adaptarse al lugar.

Por el estero, con su riachuelo que crece y obtiene profundidad durante los aguajes, se realizan paseos en canoa y actividades como observación de aves y de la flora característica de este sitio.

Durante las mareas bajas, se organizan expediciones a la Cueva del Tesoro, una formación rocosa en forma de embudo que llama la atención de los visitantes, especialmente después de leer la leyenda del tesoro escondido en alguna parte de la cueva, durante el siglo XVI,  por el ambicioso capitán español Jaime Duranmi.

Quienes buscan reposo y salud,  en el área de masajes y en la piscina de lodo traído desde la isla del Ahorcado encontrarán  una alternativa natural para desestresarse.
Alfonso Pinoargotty explicó que Piqueros Patas Azules cuenta con dos áreas para el hospedaje de los visitantes.
La primera es una serie de diez cabañas con capacidad para diez personas cada una, ideada para grupos familiares o de estudiantes.

Cada vivienda tiene dos baños, literas y un altillo con cama matrimonial.

Un día en cada cabaña cuesta cinco dólares más impuestos por persona.
En otro extremo de la hostería y junto a un cerro  están las cabañas familiares con capacidad para cinco personas

Cada noche en este sitio cuesta diez dólares más impuestos por visitante.

Piqueros Patas Azules también ofrece toures a la famosa Isla de la Plata y visitas al Parque Machalilla y a la granja marina a cargo de la operadora de Salango, con el apoyo de la Unión Europea. Además se puede realizar pesca deportiva, snorkeling sin motor y otras actividades acuáticas.
La hostería tiene además planes para grupos familiares,  escolares o empresariales.