En su vasta trayectoria, el escritor ecuatoriano Pedro Jorge Vera (1914-1999) plasmó en cada uno de sus textos los conflictos humanistas y la diversidad de personajes que caracterizaban a la época. Esa esencia ha sido revisada e impregnada nuevamente en un libro que recoge parte de la producción de este laureado exponente de la literatura nacional.

Teatro es la publicación que reúne las obras de su autoría denominadas La mano de Dios, Luto eterno, Ardientes caminos y El Dios de la selva. “El volumen que se presenta es una publicación del Programa Editorial del municipio de Guayaquil, y constituye una reedición facsimilar de la que se imprimió el año de 1956, en la Casa de la Cultura, Matriz, siendo presidente su fundador Benjamín Carrión”, menciona el actor y director teatral Hugo Avilés, quien tenía previsto ayer ser parte de un panel en el que se hablaría de la valoración dramatúrgica de este libro, así como del legado de Vera.

La iniciativa de la reedición de las obras de Pedro Jorge Vera llega de la mano de Fernando Cazón Vera, sobrino del escritor y del presidente de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, comenta Avilés.

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“Su vasta producción literaria que va desde la poesía narrativa y la dramaturgia, presenta una obra comprometida con sus ideales revolucionarios a los que nunca traicionó, dentro de un realismo que se proyecta desde su entorno y su tiempo”, reflexiona Cazón Vera en el prólogo de los 600 ejemplares de Teatro. Él también sería parte del conversatorio en el que se presentó el libro.

El ganador del Premio nacional Eugenio Espejo en 1991 por la totalidad de su obra, y de la distinción Félix Elmuza de la Unión de Periodistas de Cuba hizo la mayor parte de su vida en la capital. Por más de medio siglo publicó artículos en diarios de Guayaquil y Quito. Por un tiempo utilizó los seudónimos de Fradique Mendes y Diablo Cojuelo. (I)