Resguardados por efectivos de la Policía Nacional, por recomendación de sus abogados, Julián Quintanilla, uno de los autores de la obra El santo prepucio, y Pop Up Teatro Café Sambo estrenaron –luego de la clausura previa el pasado 11 de enero por la protesta de un grupo de católicos– la producción que protagonizan Prisca Bustamante y Belu Idrovo. En el ingreso de este teatro independiente, Quintanilla leyó un manifiesto por la libertad artística en el país, acompañado de Ricardo y José Javier Velasteguí, de Pop Up, y de parte del público que asistió la noche del lunes a la sala.

“(...) porque nadie puede callar la verdad del mundo con fuerza y con fanatismo y mucho menos en nuestra presencia, porque somos artistas y aunque el reino de la censura intente impedírnoslo, nosotros seguiremos con nuestra misión, que es crear un mundo mejor y lleno de belleza”, fueron parte de las palabras que compartió en medio del aplauso de otros artistas locales que respaldaron la presentación de la obra.

Entre los asistentes estaban Jaime Tamariz, Luciana Grassi, Carolina Jaume, Víctor Aráuz, Marián Sabaté, Michy Zelaya y Sebastián Cordero.

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Cordero, cineasta ecuatoriano, fue uno de los primeros en entrar a la sala para ver la obra que estará en cartelera hasta el 4 de febrero. “Me divertí mucho, es una obra bastante ligera, es una comedia justamente acerca de sacarle provecho a la fe y de alguna forma, digo, me cuesta creer que esto generó tanto rollo...”, sostuvo.

El alcalde de Samborondón, José Yúnez, señaló en una entrevista pasada que la clausura obedeció a una falta de cumplimiento a la ordenanza municipal que exige a los teatros de la localidad presentar un mes antes el listado de las obras que irán a cartelera. (I)

Es muy positivo para nuestra sociedad que se produzcan estos eventos donde podamos apoyar a la libertad, todos esos derechos que se han ganado de manera tan difícil en la historia...Jaime Tamariz, dramaturgo ecuatoriano