Abrir el debate sobre la libertad de expresión artística y pedir a los creadores y artistas que se unan en una sola voz en contra de la censura, son los propósitos con los que Julián Quintanilla llegó esta semana al Ecuador. El español es uno de los autores de El santo prepucio, obra que recibió críticas por parte de un grupo de católicos que se apostó el jueves 11 de enero en las afueras de Pop Up Teatro Café de Samborondón para impedir su presentación.