La obesidad, una enfermedad crónica y progresiva que desencadena un sinnúmero de complicaciones en la salud, puede contrarrestarse de manera más efectiva con un procedimiento médico no invasivo conocido como el balón gástrico.

Esta técnica, que tiene como objetivo ocupar un espacio en la cavidad gástrica disminuyendo la capacidad del estómago, ayuda al paciente a bajar de peso con una dieta guiada por un especialista, que se complementa con actividad física.

Carlos Robles Medranda, director del Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (Ieced), explica que el procedimiento se hace bajo anestesia y por vía endoscópica, por medio del cual se introduce un dispositivo que es el balón totalmente desinflado.

Publicidad

“Este posteriormente se infla con 600 a 700 cc de solución salina con colorante azul (llamado azul de metileno), el cual va a advertir al paciente, a través de la orina y heces, las cuales se tornarán azules, en caso de que se reviente el balón”, añade.

Robles indica, además, que existen dos tipos de tecnologías que se aplican a esta técnica. La primera es el balón gástrico que se inyecta con aire y el otro es el balón que se inyecta con líquido. “En realidad no existe una indicación para cada caso. En el país solamente existen los balones con líquido (o agua)”, sostiene el experto.

José González, cirujano general con estudios en gastroenterología, señala que este procedimiento debe realizarse solo en personas con mayoría de edad y luego de someterse a estudios orgánicos (sangre, bioquímicos, hígado, páncreas, cardiológicos) y psicoemocionales. Estos últimos, asevera, servirán para determinar si la persona tiene algún problema de saciedad sin control o hambre compulsiva.

Publicidad

González destaca que una persona es candidata a este tipo de procedimiento si su índice de masa corporal (IMC) está entre 25 a 27 o sino excede las 250 libras.

“El balón debe colocarse en una persona que veamos sea disciplinada con las recomendaciones médicas y con la alimentación. Si lo hace así puede llegar a perder 25 kilos”, recalca González.

Publicidad

Con él concuerda Juan Alcívar, gastroenterólogo endoscopista de Vitalium Center. “Son candidatos pacientes que no hayan respondido a tratamiento nutricional previo, pacientes muy obesos como puente a una cirugía bariátrica y con sobrepeso y síndrome metabólico”.

Alcívar explica que la idea del balón es retirarlo en seis a doce meses (dependiendo de la marca del balón) y durante ese tiempo crear un estilo de alimentación y vida distinto que permita mantener el peso. “Si eso no ocurre puede ganar nuevamente el peso inicial o aún más”, advierte. (I)

Más información
Sobre balón gástrico

Contraindicaciones
Según Carlos Robles Meranda, director del Ieced, pueden ser absolutas o relativas. Las absolutas son la presencia de una hernia hiatal (o hernia de hiato) de más de 5 cm, la presencia de un cáncer a nivel del esófago y del estómago. Las relativas son la presencia de un reflujo severo, una gastritis severa microhemorrágica, presencias de úlceras y presencia de lesiones vasculares, entre otras condiciones, que pueden ser tratadas para que el paciente esté apto para ser sometido al procedimiento.

Publicidad