Vivimos en una sociedad erotizada en la que parecería que a los jóvenes les resulta fácil hablar de temas sexuales, al menos en forma de bromas o alardeando, no así cuando deben enfrentar decisiones o circunstancias de su vida sexual, por tratarse de un tema incómodo. Así lo explica la psiquiatra y sexóloga Consuelo Camacho.