¿Se imagina un nacimiento artísticamente ubicado en la mitad de una cáscara de nuez? No, no se trata de una exhibición de miniaturas, son los ciento cincuenta y cinco pesebres, de todo tamaño, que pertenecieron a la colección del padre Hugo Vázquez y Almazán, que gracias a la generosa acción de su familia, ahora pertenecen a la Dirección de Cultura y Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil.