Catar vinos, sopas, salsas, quesos o chocolate es lo mismo porque se ponen en acción todos nuestros sentidos y las papilas gustativas tienen ahí su festín. El proceso de analizar es distinto con cada uno de los productos por su naturaleza y composición, pero en todos se antepone primero el sentido visual, seguido del olfato, tacto y luego, la sensibilidad bucal.