Iniciar un tratamiento de ortodoncia implica diversos aspectos que se vinculan con la estética o con la funcionalidad dentaria e incluso trastocan otros sentidos como el olfato. Efrén Panchana, quien se desenvuelve en varios campos de la odontología y también es ortodoncista, menciona que hay varios procesos corregibles de acuerdo a la “anomalía dentomaxilofacial” presentada por el paciente.

La ortopedia maxilar, efectuada por medio de placas removibles, aparatos ortopédicos como chupones, tetinas, escudos, etc., se realiza desde el nacimiento hasta los 13 años que es el periodo más efectivo de crecimiento craneomaxilar, y lo define como una de las principales técnicas que se encargan de interferir o remoldar favorablemente los huesos para evitar problemas a futuro, refiere el especialista.

Una subdivisión de la técnica antes mencionada es la ortodoncia removible, aplicada entre los 6 y 13 años y que se encarga de la correcta ubicación de las piezas dentales mediante la utilización de las placas de acrílico y alambres de acero.

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Por último, dice Panchana, también está la aparatología fija que se aplica desde los 13 años sin tener límite de edad, siempre y cuando esté sujeto a lo requerido. Esta técnica se aplica mediante la colocación de brackets. “El término ‘fierros’ es el nombre con el que se conoce la aparatología ya sea removible o fija, la cual es usada para corregir alteraciones de los dientes de maxilares y/o la cara (desarmonías dentomaxilofacial)”.

Añade que ahora está demostrado, según las investigaciones, que no existe una edad para iniciar un tratamiento de ‘fierros’ (ortodoncia y/o ortopedia maxilar). Recomienda la necesidad de que se evalúen los casos de manera individual (por paciente) para definir el diagnóstico y determinar el momento óptimo en el cual iniciar un tratamiento.

Por su parte, la odontóloga y ortodoncista Elsie Tafur explica que se pueden colocar los brackets desde que se tienen todos los dientes permanentes erupcionados, esto es, aproximadamente desde los 12 años. “A partir de esa edad no hay límites para colocar ortodoncia y alinearse los dientes, aunque hay excepciones en las cuales es necesario empezar de manera más temprana, dependiendo de diferentes enfermedades”.

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Ella recomienda realizar el primer chequeo con el especialista dental a edad temprana (7-8 años aproximadamente), para descartar problemas dentarios o de crecimiento de los maxilares.

Panchana destaca que minimizar el uso de chupones o tetinas ortopédicos en el biberón puede ser una forma de prevenir maloclusiones (mala mordida), sin embargo, no deben descartarse las ventajas ya que estos a su vez estimulan el normal crecimiento de los maxilares, ejercitan musculatura bucal y peribucal, permiten una adecuada digestión de la leche antes de llegar al estómago, evitan la ingesta excesiva de gases al tomar la leche, etc.

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Tratamiento en la adultez

En pacientes adultos se hace únicamente con ortodoncia fija para la recolocación correcta de los dientes, debemos recordar que una mal posición dentaria adulta no solamente traerá consecuencias en el aspecto estético sino también en el funcional, el cual estará severamente alterado y agravándose con el paso de los años, llegando incluso a producir lesiones irreversibles a nivel de la articulación temporomandibular, afirma Panchana.

Mientras, la odontóloga y ortodoncista dice que ahora la ortodoncia en adultos es muy popular y una importante opción para arreglar los dientes. “Al tener herramientas prácticamente invisibles para moverlos, como el Invisalign o la ortodoncia lingual (brackets por detrás de los dientes) se vuelve mucho más cómodo y tolerable el tratamiento de ortodoncia en una persona adulta, ya que muchas veces el inconveniente principal al pensar en colocarse ortodoncia es la duración del tratamiento, que en promedio es de año y medio a dos años”.

Para tomar en cuenta

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- En el caso de los niños, a los tres años y con veinte dientes temporales (dientes de leche), estos deben estar en la boca formando arcos dentarios armónicos influenciados por el estímulo funcional de la lengua, los labios y la musculatura peribucal.

- Otros malos hábitos como succión digital, respiración bucal, interponerse la lengua entre los dientes o morder cosas duras como lapiceros, producen a futuro alteraciones que tienen que ser eliminadas y, en el mejor de los casos, antes de recambio dentario.

- Sobre la respiración bucal se tiene que evaluar bien la anomalía. Puede tratarse de un mal hábito o de alguna obstrucción nasofaríngea (adenoides, desviación del tabique, etc.), por lo que antes de iniciarse el tratamiento de ortodoncia se debe derivar al paciente al otorrinolaringólogo para un correcto análisis.